Amador Mohedano se ha visto contras las cuerdas después de que su sobrina, Rocío Carrasco, haya arremetido duramente contra él en su docuserie, donde le ha acusado de aprovecharse de ella en varios momentos de su vida.
Así, como de vender su boda con Antonio David, o filtrar el lugar de su luna de miel a la prensa. Y todo a cambio de una buena suma de dinero. De hecho, Rociíto habría amenazado incluso con demandar a su tío, algo ante lo que Amador no se ha quedado callado, y ha respondido afirmando que piensa hablar alto y claro en un plató de televisión, pero «cobrando, como todos».
Recientemente, no dudaba en confesarle a la prensa que «Me lo estoy apuntando todo. Cuando pase todo esto de los capítulos, pues yo también hablaré. ¿No cobra dinero todo el mundo? Pues que me paguen a mi también».
Además, no ha dudado en señalar que está completamente del lado de Rocío Flores y que incluso habla con ella de manera frecuente. Tanto, que incluso la ha aconsejado acerca de este conflicto con su madre.
«Hablé con ella y le dijé: 'tranquila, que el tiempo lo pone todo en su lugar», ha revelado acerca de la conversación privada que han podido mantener.
Mientras, que por otra parte, su sobrina evita hablar de él e incluso ha amenazado con tomar medidas legales. «Por desgracia es familia mía, de momento no me voy a pronunciar públicamente sobre él. Primero quiero hacerlo por la vía judicial y luego ya lo haré públicamente. Ya lo haré», decía Carrasco acerca de una de las numerosas entrevistas que su tío ha concedido a lo largo de los años en televisión.
Amador siempre se ha mostrado muy crítico con el marido de su sobrina, Fidel Albiac, al que en más de una ocasión ha acusado de haberla manipulado, alejado de su familia e ir detrás de la herencia de Rocío Jurado. «Su máximo interés era saber que iba a pasar con el dinero una vez que muriera», sentenciaba. Unas palabras que Rociíto no le perdona.
A eso se suma el apoyo que tanto Amador como el resto de la familia le han brindado a Antonio David, aún sabiendo el infierno por el que había pasado a su lado. Un hecho que mantiene a Carrasco alejada incluso de sus propios hermanos, Gloria Camila y José Fernando, a los que asegura que sigue queriendo, pero esa cercanía con el hombre que le ha destruído la vida y quitado a sus hijos, no le permite dar un paso más y recuperar el contacto.
Según la versión de Rocío, tras la muerte de su madre todo cambió, porque incluso las personas que más quería y en las que más confiaba, entre las que se incluyen sus tíos o Ortega Cano, cerraron filas en torno a su ex y a ella la dejaron a un lado.
Así, Rosa Benito y Amador Mohedano no han dudado en argumentar en televisión que no entienden el distanciamiento entre Carrasco y sus hijos, mientras defendían la figura de buen padre de Antonio David, algo que terminaba por hundirla y alejarla por completo de ellos.
Hasta tal punto, que Rociíto ya ni les considera familia, según sus propias palabras. Un tema sobre el que el hermano de Rocío Jurado no ha dudado en dejar muy clara su opinión, además de defender a capa y espada a Rocio Flores.
«Cuando ella muere o desaparece, hay caminos que se quiebran y en los que muchos morimos también por ejemplo, yo. Dejé mi trabajo, mi oficina y todas mis cosas», ha alegado Amador acerca de cómo la muerte de su hermana rompió a la familia por completo. «A todos nos mató la desaparición de Rocío».