El pasado sábado fue un día de celebración en el clan Borbón. El hijo del duque de Sevilla y Sophie Karoly se dieron el “sí, quiero” en la Catedral de la ciudad hispalense. Un enlace que no pasó desapercibido tanto por los trajes de la novia como por el evento en sí.
Teniendo en cuenta que la boda tuvo lugar a las once de la mañana, los invitados tuvieron en cuenta el protocolo. Ellas fueron con vestido corto combinado con tocado o pamela. Por su parte, ellos con traje de chaqueta y chaqué.
Como no podía ser de otra manera, la gran protagonista del día fue la novia. Su llegada a la catedral no dejó indiferente a nadie. Sophie se plantó en el altar enfundada en un vestido de corte imperio, palabra de honor con escote corazón, volantes de tul y kilométrica cola.
Por si fuera poco, la esposa del primo de Felipe VI estuvo acompañada de sus cinco damas de honor.
Pero el opulente estilismo de la novia no se quedó ahí. Para la fiesta posterior a la ceremonia religiosa, Sophie consiguió dejar boquiabiertos a todos los allí presentes con tres vestidazos en los que no faltaron las lentejuelas.
Los tres vestidos de la novia
Invitados, familiares, y cómo no, recién casados, tuvieron que desplazarse desde Sevilla hasta el Marbella Club para disfrutar del banquete. ‘El Cordobés’ o Virginia Troconis fueron algunos de los invitados que no dudaron en perderse el enlace del año.
Haciendo gala de su espontaneidad, Sophie Karoly quiso superar su primer vestido con una segunda opción casi o tan sorprendente como la primera.
Se trataba de un diseño con lentejuelas blancas y encajes florales. Las mangas eran largas y semitransparentes con una gran cantidad de pedrería. En cuanto a la falda, era de capas asimétricas con un montón de brilli-brilli en forma de purpurina.
Sin duda, la protagonista se convirtió en una flor que deslumbraba por sí misma.
Pero los vestidos de novia estilo princesa no son la mejor elección si queremos darlo todo en el baile. La esposa de Francisco de Borbón no pasó este detalle por alto y escogió un diseño con falda desmontable.
La falda de capas mencionada anteriormente podía desprenderse del diseño original. Este era un modelo de corte ceñido, cola de sirena y abertura lateral. Todo un acierto para bailar sin parar durante toda la noche.
Por último, la alternativa a la que también recurrió Sophie fue a la de un vestido corto. Una elección para nada convencional y que resultó ser de lo más original.
Este tercero era un vestido mini con transparencias y una gran cantidad de flecos de lentejuelas como si de una lluvia estelar se tratara. Un diseño que dejaba pleno protagonismo a los zapatos, unos salones slingback de glitter y lazada metalizada.
La recién casada llevó hasta cinco vestidos, uno de ellos en su preboda flamenca y los otros cuatro durante el día de su matrimonio. Una declaración de intenciones en toda regla y una manera de demostrar su esencia a sus seres queridos.
Otra de las grandes protagonistas del evento fue Olivia de Borbón. La hermana de Francisco Joaquín de Borbón fue la madrina de este. Esto se debe a que su madre, Beatriz von Hardenberg zu Furstemberg falleció en Marbella el pasado mes de marzo de 2020.
Olivia, por su parte, se decantó por un vestido verde esmeralda de manga larga y estilo boho. La falda era plisada y estaba adornada con un cinturón fino. Este diseño fue obra del gallego Roberto Diz.
Para poner el broche de oro, la hermana del novio se atavió con una pamela de Mimoki beige y unos stilettos de ante de la misma tonalidad de Jimmy Choo. La cartera de mano era verde botella de Reliquiae Spain.