Rocío Carrasco no iba en broma cuando dijo que quería dejar de "malvivir" y empezar a vivir de verdad después de 20 años escondida. Lo dijo una y otra vez durante el documental emitido durante tres meses en Telecinco. Y cuando terminó su emisión, se fue de concierto a Barcelona.
La pandemia de coronavirus está bajo control en España y las restricciones han ido levantándose poco a poco. No del todo, pero por lo menos ya han vuelto los conciertos e incluso las discotecas en algunas zonas. Y Rocío Carrasco no ha perdido el tiempo para empezar a pasarlo bien.
La ocasión, además, lo merecía, porque ella y Fidel Albiac se desplazaron hasta Barcelona para asistir a un concierto de Vanesa Martín. La cantante sorprendió a los asistentes, además, cantando 'Mi amante amigo' de Rocío Jurado, haciendo el concierto un poquito más especial.
Mykel Valls fue uno de los testigos del concierto y ha dado todo tipo de detalles sobre cómo estuvo Rocío Carrasco. Ella y Fidel, según explica, vivieron una noche llena de bailes, risas, música e incluso cantaron durante el concierto.
El concierto se realizó en los Jardines de Pedralbes de la capital catalana, donde Rocío y Fidel llegaron apenas dos minutos antes del concierto. Como era de esperar, su presencia montó un revuelo entre el resto de asistentes. En general, la hija de Rocío Jurado fue recibida entre aplausos y gritos de "Yo sí te creo" y "No tiene coño".
Una vez que empezó el concierto, Rocío Carrasco se entregó como pocas veces antes, especialmente en los últimos 20 años. Pasó un gran rato aplaudiendo y bailando las canciones de Vanesa Martín, sobre todo cuando cantó una canción de su madre. Mykel Valls sentenció, por si no había quedado claro, que Rocío y Fidel "lo dieron todo" durante el concierto.
Rocío Carrasco quiere recuperar su vida
Este concierto será solo una de las nuevas experiencias que Rocío Carrasco quiere vivir a partir de ahora. Tras su separación de Antonio David Flores, la hija de Rocío Jurado empezó un calvario mediático que la dejó sin ganas de nada más.
No había día en que su imagen no se viese pisoteada en televisión o en las revistas del corazón. Cualquier cosa que hiciera, como ir a un concierto, era visto como algo malo y la acusaban de mala madre.
Ante ese panorama, la protagonista del documental dejó de hacer muchas cosas para evitar dar más razones para criticarla. Por suerte, 20 años después, ha recuperado las ganas de ir de concierto, de salir, de vivir su vida sin miedo a lo que digan.
El primer ejemplo de ello lo encontramos antes de finalizar el documental, cuando Rocío se fue a Chipiona. Llevaba años sin visitar su pueblo natal, donde está la tumba de su madre, porque no se veía preparada para ello.
Allí podría encontrarse con Antonio David y sus hijos o con parte de la familia Mohedano, con quien también rompió relaciones. Precisamente el hecho de no pisar Chipiona ha sido una de las críticas que le han caído en los últimos años.
Después de esa visita, que pudimos ver durante su última entrevista en el plató, Rocío Carrasco ha empezado una nueva vida. En esa misma entrevista dijo que se planteaba muchas cosas en los próximos meses. Más allá de la segunda parte del documental, con los Mohedano de protagonistas, quiere recuperar la iniciativa.
Rocío ya explicó que quiere hacer conciertos benéficos y otros actos para ayudar en la lucha contra la violencia de género. Es probable incluso que Vanesa Martín sea una de las que acabe participando en estos actos. Por lo menos, no es descabellado pensarlo viendo lo bien que se lo pasó durante su actuación.