La tarde de ayer se presentó complicada para Terelu y Carmen Borrego en el plató de 'Viva la vida'. Las hermanas tuvieron que hacer frente de nuevo a uno de los episodios más duros de su vida: el suicidio de su padre, Jose Maria Borrego Doblas, en 1984.
Lejos de agregar mayor drama a la tremenda tragedia de la que tuvieron que sobreponerse cuando Terelu había cumplido recientemente la mayoría de edad y Carmen solo contaba con 17 años. Las hermanas han abordado el tema con mucho temple y mucha entereza.
«No tengo problema en hablar de ese tema por muy trágico que haya sido. Cuando tienes 17 años y fallece tu padre, eso te hace madurar a pasos agigantados. Con perdón, pero la vida te da una 'hostia' que hasta que te repones…», aseguró Carmen Borrego.
Ambas entendieron desde aquel momento que la muerte de su padre suponía un golpe muy duro para la matriarca. Terelu y Carmen se convirtieron en el sustento de su madre, María Teresa Campos.
«Aparentemente por mi madre intentábamos estar bien, porque teníamos que apoyarla. Mi madre se quedó viuda con dos hijas y a una edad temprana», reflexionó Carmen Borrego.
«Yo pienso que eso era como un dominó. Si alguna flaqueaba, todo se desmoronaba. Nunca fue un tema tabú la muerte de nuestro padre. No queríamos que nuestra madre se sintiese responsable de esa muerte, porque nunca lo fue», añadió Terelu.
Terelu no tuvo opción
Terelu dejó con los pelos de punta a los compañeros de plató y a los espectadores cuando confesó cuál fue su reacción tras la muerte de su padre, quien fue el director de Radio Nacional de Marbella.
La colaboradora deseaba darle el último adiós a su padre e insistió en ver el cadáver. Sin embargo, su entorno se negó taxativamente a que Terelu guardara por el resto de sus vidas la imagen de su padre sin vida.
«Lo reproché durante muchos años, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta del grandísimo regalo que me hicieron, porque ahora yo solo recuerdo a mi padre vivo», meditó en voz alta la hija mayor de la presentadora.
Sentimientos de culpa
Carmen Borrego aseguró haber sido la última persona en hablar con su padre aquel fatídico día, pero por respeto a su progenitor, nunca ha querido desvelar el contenido de dicha conversación telefónica.
Lo que sí se sabe es que Carmen tenía la idea de ir a visitar a su padre al día siguiente. De hecho, se lo dijo. Pero, Jose Maria Borrego declinó la propuesta de su hija porque se sentía indispuesto, o al menos eso fue lo que le dijo. En aquella época, la familia vivía separada. María Teresa Campos residía en Madrid con sus hijas y el periodista en Marbella.
Carmen ha aseverado en alguna entrevista que se sintió culpable de no haber estado al lado de su padre, por lo menos para conocer qué motivos condujo al director de Radio Nacional a quitarse la vida pegándose un tiro a bocajarro.
«Era una persona muy introvertida. Nunca pensé que esto fuera a ocurrir porque, si lo hubiera sabido, no me hubiera retirado de su lado ni un solo momento», manifestó la pequeña de las Campos.
Por su parte, Terelu ha confesado en alguna ocasión que el suicidio de su padre le despertó rabia y odio hacia él. «En ese instante lo odié. Lo odié con toda mi alma», reconocía la hija mayor del periodista radiofónico.
No obstante y salvando las distancias, las hermanas confiesan haber tenido una infancia feliz, aunque su adolescencia se torció con el fallecimiento de su padre.
De manera divertida, Carmen y Terelu han dado el broche final para pasar al siguiente tema de la escaleta de ‘Viva la vida’ con una frase reveladora: «Terelu es el ojito derecho de su madre y que Carmen era el de su padre», confesaron tiernamente.