Tania Llasera se ha llevado un buen susto en su salud, y es que la comunicadora reconocía haberse abandonado a si misma. Sobre todo, por miedo a un mal diagnóstico.
Tanto es así, que se había pasado meses sangrando sin buscarle solución. "Ayer me puse yo primero", comenzaba reconociendo en sus redes sociales.
"Mi cuerpo ha alumbrado dos seres vivos, los ha amamantado y siempre estará para dar abrazos a los míos".
Llasera aseguraba haber sentido que su cuerpo había dejado de pertenecerle, en cierto sentido, siempre volcada en los demás.
"Pero de alguna manera siento que ayer mi cuerpo volvió a ser mío. Las que habéis llevado un embarazo, sabéis que tu cuerpo deja de ser solamente tuyo", sostenía.
"Y durante la primera fase de crianza, en el túnel de la entrega total, es de todos".
"Ayer ayudé a mi cuerpo, en vez de descuidarme por ignorancia y miedo, llevaba meses sangrando de manera bestial", compartía con sus seguidores.
"Y ayer lo atajé con ayuda de una ginecóloga genial que me explica las cosas para que las entienda".
"Te amo, @dra.alexandra.henriquez. Ella me absorbió dos pólipos bastante grandes que tenía en el útero. Y me metió aprovechando la anestesia un diu hormonal", explicaba.
"Ahora me siento llena de poder, porque ya no voy a ser una mujer sangrante 20 días al mes".
"Mi cuerpo vuelve a ser mío y nada me puede parar", aseguraba queriendo mandar un mensaje lleno de empoderamiento a las mujeres.
"Os animo a que os chequeéis los bajos señoras y señoritas. No estamos obligadas a estar incómodas por ser mujeres", sentenciaba.
"La ingeniería femenina es tan importante cuando se usa para la reproducción como cuando no. Pronto un directo con mi ginecóloga maravillosa para informaros de todo", prometía a su siempre fiel audiencia de Instagram.
Tania Llasera, todo un ejemplo del 'body positive'
Esta no es la primera vez que Tania busca dar ejemplo a las demás mujeres, animándolas a quitarse los complejos y sentirse bien con ellas mismas.
De hecho, llegaba incluso a posar con un pañal para adultos, demostrando que no le temía a las feroces críticas de sus haters.
Un baile en bañales que generaba un gran revuelo. "El nivel de HATE está por los cielos lately. Esto es lo más light que me han mandado hoy", se lamentaba.
"Entiendo que la sociedad y la legislación van más lento que la tecnología que avanza volando. Pero el nivel de odio que existe en redes es apabullante".
Ella misma reconocía que 'está potente'. "Lo sé, estoy 'rellenita' y no llena de complejos y eso pues parece que choca".
"Sois miles ya los que me habéis escrito básicamente diciendo: 'Ole por tus ovarios, yo no podría, yo me escondo'. Mirad, yo no pretendo hacer apología de nada, ni dar vergüenza a nadie (mis hermanos sufren)", admitía.
"Solamente pienso que lo más saludable del mundo de las redes sociales, es poder alcanzar a las personas".
"La idea detrás de estos vídeos y de los posados por sorpresa en bikini estos días, es la de normalizar la celulitis y las mujeres de todos los tamaños", insistía tratando de dar visibilidad al 'body positive'.
"Lo saludable para tu alma es estar cómoda en tu piel, en tu cuerpo y a veces eso cuesta verlo en este escaparate de posados y vacaciones ideales que es Instagram", aseguraba.
"Dejemos de escondernos porque sea como sea, milagrosamente, damos la talla cada día como personas".
"Normalicemos lo normal por favor", pedía a su público. "La perfecta imperfección de cada cual. Y sí, en el vídeo cierro la puerta con el pompis, eso es potencia".
Ahora, la comunicadora está centrada en su recuperación, ya que es consciente de que para estar bien para los demás, primero debe enfocarse en si misma.