Primer plano de la presentadora Tania Llasera

La 'maldición' de la madre y la abuela de Tania Llasera se cumple con su hija

La de Bilbao está cansada de utopías y verdades a medias

Tania Llasera está saturada. A la presentadora se le está agotando la paciencia y la curiosa razón no es otra que su hija pequeña. La de Bilbao necesita un merecido descanso en medio de todo el caos que supone hacerse cargo de dos niños.

Tener hijos tiene momentos buenos y otros no tanto

Llasera tiene más de 700 000 seguidores en las redes sociales. La presentadora se lo ha ganado a pulso. Al contrario que hacen muchas otras influencers, ella apuesta por dar visibilidad y normalizar los ideales de belleza y también el lado oculto de la maternidad.

Sin pelos en la lengua, Tania Llasera se encarga de contar la parte menos maravillosa de tener hijos, a la vez que presume de sus retoños. Y es que aunque ser madre tenga su lado duro, también le causa grandes satisfacciones.

Recientemente, la vasca ha compartido en sus redes sociales esa parte menos bonita que muchos padres prefieren no mostrar en público. Para ella, "ser mamá consume" y "a veces te sientes una máquina de reñir".

Tania Llasera necesita un descanso.

Su hija Lucía la tiene agotada y lo cierto es que la pequeña tiene a quien parecerse. La propia Tania era igual a su edad. "Ojalá tengas una como tú, para que sepas lo que es", le dijeron hace tiempo su progenitora y la madre de esta.

Ahora, la de Bilbao se da cuenta de la guerra que dio ella en su momento. Y es que su hija es incluso peor que a su edad. "Con cuatro años y ya no puedo con ella", ha asegurado en las redes recientemente.

Llasera ha reflexionado en este sentido sobre lo cansada que está de ser siempre el "poli malo". Por eso ha decidido desahogarse con su madre, con quien mantiene una estrecha relación.

"Sometimes, you are the bitch you need yo be as a mother" le ha dicho su madre, que traducido es "A veces eres la hija de puta que necesitas ser como madre".

Esta respuesta ha tranquilizado bastante a Tania. Le ha servido para darse cuenta de que no es "mala madre", tan solo es lo que necesita ser en cada momento.

Su tarea más complicada en la vida

A comienzos de semana compartió otro post en sus redes sociales hablando sobre lo difícil que le estaba resultando el fin del verano.

"No me da la gana mentir: estoy irritable, intento estar positiva y disfrutar de mis hijos, pero la vuelta al cole está siendo cuesta arriba", sentenciaba.

Está claro que después de un verano entero en familia tiene las pilas prácticamente descargadas, pero no es lo único que tiene en estos niveles.

"Hay un poso de cansancio y creo que estoy con la paciencia a mínimos", aseguraba en sus redes sociales.

Para ilustrar mejor su pesar, Tania Llasera compartía un selfie junto a sus hijos. A pesar de que en un principio la imagen parecía de lo más normal, la vasca quiso contar la historia que había detrás de ella.

"En esta foto mis niños estaban discutiendo mientras yo intentaba sacar un selfie con ellos y aquí me di cuenta de que no puedo más", contó.

"Perdí los nervios y les grité ¡YA BASTA! lo cual hago con cierta frecuencia (aunque en IG quizás no lo parezca). Ya entre ellos, cuando peto, que es a menudo, se dicen entre ellos: «mamá necesita que le dejemos en paz»", añadió.

Tras estas palabras, se preguntaba en voz alta por qué si ellos lo entendían a la primera a ella le costaba tanto.

"¿Por qué me siento mala madre por no estar bien con ellos siempre? Sabiendo que eso es imposible, que es una utopía que nos venden sobre la maternidad", se cuestionaba.

"Me sigo sintiendo mal por quejarme, culpable por necesitar aire, vinos con amigas, eventos a los que asistir sin ser la madre de Nadie. A veces, la maternidad te diluye, te olvidas de quien eres por el camino de educar y cuidar a otros", añadió.

Lo cierto es que gracias a personas públicas como ella son cada vez más los padres que deciden contar la parte menos bonita de la paternidad. Esto ayuda a quienes se sienten desbordados por las circunstancias. Y es que tarde o temprano a todos los que tienen pequeños en casa les pasa.