Tamara Falcó sigue negándose a creer en los crecientes rumores que aseguran que su novio, Iñigo Onieva, le ha sido infiel en numerosas ocasiones.
"Pongo las dos manos en el fuego por Ínigo", aseguraba la marquesa de Griñón en una reciente entrevista. Y confirmaba que "con el empresario va todo viento en popa",
"Lo llevo con serenidad", reconocía. "No hacemos caso, ¿para qué? Es que lo que estamos sufriendo es casi un acoso, un 'bullying'", se lamentaba Tamara Falcó.
La hija de Isabel Preysler ha llegado al límite respecto a las terribles insinuaciones que atentan contra su felicidad. "Se están metiendo con nosotros de una forma... Pero, bueno, a ver, nosotros estamos superseguros", insistía en defender su amor.
"Tengo la suerte de que conmigo no se han metido tanto. Para él es un poco distinto. Lo hemos asumido. Creo que lo importante es saber de dónde viene la información", alegaba.
"Creo que todo surgió por una persona en particular que dijo haberle visto y, a partir de ahí... No estoy para juzgarlo, pero yo creo que quien vio fue a otra persona".
Además, Tamara Falcó dejaba claro que sigue teniendo muchos planes de futuro con su chico. "Quiero casarme, pero Íñigo y yo venimos de padres separados y eso te hace ser cauto".
Sin embargo, tiene claro que todavía no es el momento y que queda mucho camino por recorrer juntos.
"No me gustaría moverme en esa tesitura, la verdad. Creo que el noviazgo es un momento para conocer a la persona y es muy distinto perdonar una infidelidad", argumentaba.
"Eso siempre es dolorosísimo", señalaba al respecto. "Más cuándo ya estás casada, con niños y tal, que durante el noviazgo, porque un noviazgo es para conocer a la persona y la vida es muy larga".
Sin embargo, numerosas fuentes siguen poniendo en duda esa aparente normalidad que pretende vender la parejita.
"Les he visto un día y creo que tienen una relación abierta cien por cien, ella tiene que saberlo. Se comporta como una persona totalmente soltera", argumentaba un testigo que pillaba a Iñigo con las manos en la masa.
Tamara Falcó sigue dando la cara por Iñigo Onieva
Una noche de fiesta loca en la que el empresario volvía a perder el control. Eso, mientras Tamara Falcó se encontraba en un retiro espiritual para rezar por la paz en Ucrania.
"Las actitudes que tuvo con las personas de la discoteca eran de tonteo extremo. No disimula. Las imágenes que he visto con la chica rubia son delante de absolutamente todo el mundo que había en a la discoteca", acusaban a Onieva.
"Las camareras de la barra me han contado experiencias de que si, en plan contra la pared y estar ahí a tope".
Y no solo eso, sino que la cosa habría ido a más, llegando hasta un posible encuentro sexual en los baños del local.
"No vi que pasó, pero había un movimiento extraño y vi que se fueron juntos y se metieron juntos al baño".
Estos rumores de presuntas infidelidades empezaron hace un año. Y desde entonces, han ido en aumento.
"Yo he hablado con gente del círculo de él y todos coinciden en que es muy buen amigo, pero como pareja es un pieza".
De hecho, Isabel Preysler "nunca ha visto con buenos ojos esta relación y siempre le ha trasmitido a su hija que no era un chico adecuado para ella".
Pero, pese a conocer la realidad, parece que Tamara Falcó sigue negándose a aceptarla.
"Muchas veces todos sabemos cómo es el otro y nos intentamos engañar".