Tamara parece estar muy molesta con MasterChef Celebrity tras haberse convertido en la primera expulsada del concurso.
La cantante se llevaba una gran decepción, ya que reconocía que no estaba pasando por el mejor momento económicamente hablando y necesitaba el dinero del premio para ayudar a su familia.
De esa forma, sostiene que la expulsión le pareció muy injusta y que se han exagerado muchísimo las cosas, ya que no está arruinada y mucho menos pasando hambre.
"Sobre la expulsión, creo que fue un poco injusta", ha remarcado. "Aunque adore a todos mis compañeros, en la nominación del delantal negro, había compañeros que sabían menos de cocina que yo. Cocino desde que tengo ocho o nueve años".
Además, no ha dudado en calificar al formato como "un reality más que un concurso de cocina. El que más llamase la atención se quedaba. Yo me preparé más para cocinar que para hacer show. Que igualmente con esa salida lo vi".
Así, alegaba que "se han perdido a una mujer que viaja mucho por el mundo. Conozco la gastronomía de muchos países".
Y también ha desmentido los rumores acerca de su mala situación económica, los cuales salieron a relucir tras su marcha del programa.
"No es que esté arruinada. A todos nos ha venido de sopetón una pandemia. No estoy arruinada, pero como soy sentimental digo las cosas de manera muy dramática".
Lo cierto es que la cantante dio a entender que su situación era terrible, lo que se convirtió en la comidilla de diversos medios de comunicación. Y muchos han llegado a asegurar incluso que está en la ruina, lo que ha terminado haciéndola saltar.
"No puedo contarlo todo pero... Venimos de un año muy complicado", le confesaba a Pepe Rodríguez entre lágrimas tras su expulsión.
Tamara, muy dolida tras su expulsión de MasterChef
"Mi marido tiene los negocios todos cerrados, yo llevo un año sin poder hacer conciertos y tenemos cuatro niños que mantener. Tengo que llevar paga a mi casa", remarcaba.
"No soy una mujer pretenciosa, de querer ganar ni ser mejor que nada. Soy una mujer normal, sencilla y tengo que llevar pan a mi casa", añadía defendiendo su humilde estilo de vida.
Tamara se emocionaba al pensar en su familia. "No me lo voy a perdonar en la vida porque es un fallo muy grande. Tengo cuatro niños y quiero que estén orgullosos de mí y se van a decepcionar".
"Yo sé lo que es pasar por fatiga", señalaba muy dolida por tener que ser la primera en despedirse de las cocinas.
Mientras que los jueces intentaban animarla. "Es un concurso, mujer. No has cogido la carne adecuada para ese guiso, pero nada más".
"Tus hijos tienen argumentos más que bonitos para querer a su madre y para estar orgullosos de su madre por cómo canta. Solamente por eso ya...", trataba de consolarla Pepe.
La sevillana, que nació y se crio en el seno de una familia de artistas, está acostumbrada al éxito desde muy joven.
A los 15 años sacaba su primer disco de boleros y rancheras, Gracias, que arrasó en las listas de ventas.
De hecho, consiguió 8 discos de platino en España y Disco de Oro en países latinoamericanos. Era así como afianzaba su carrera y se convertía en la reina de los boleros. Canciones suyas como El gato que está triste y azul, siguen sonando a día a hoy.
"Soy muy guerrera y luchadora, igual que soy muy intensa para cantar", aseguraba pese a las circunstancias. "Me he equivocado y ya está. Me lo he pasado súper bien y me hubiera encantado pasar más tiempo con mis compañeros y con ustedes".
Lo que está claro es que Tamara se ha llevado el cariño de todos sus compañeros y también de la audiencia, que ha empatizado mucho con ella.
"Tienes todo el talento del mundo y te queremos. Te mereces que te pasen cosas buenas. Tus hijos y todas las personas que te conocemos podemos estar muy orgullosos de ti porque eres una madre campeona, luchadora", se despedían entre aplausos.