Parece que fue ayer cuando veíamos a Stella del Carmen Banderas ejerciendo de figurante en la primera película de su padre, Antonio Banderas, 'Locos de Alabama', que protagonizó una excéntrica Melanie Griffith en 1999. Sin embargo, los años pasan, y ahora, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith tiene claro que quiere dar sus primeros pasos como escritora.
La revista Vanity Fair en su edición española, ha dado la oportunidad a la joven de 23 años de escribir su primera columna que versa sobre crecer en una familia bilingüe.
El confinamiento ha supuesto para muchos un momento de reflexión. Así es como lo ha vivido Stella Banderas, que se ha prometido a sí misma, recuperar sus raíces españolas.
La hija del actor malagueño fue criada sobre todo en Estados Unidos, en medio de dos culturas distintas. Hablar dos idiomas diferentes supuso «una fuente de ansiedad, culpa y vergüenza», por el poco tiempo que le dedicaba al español, así lo ha contado la joven en un artículo escrito por ella misma.
La hija del ganador del Goya por la película 'Dolor y Gloria' comienza hablando del origen de su segundo nombre, en honor a la Virgen del Carmen.
«Mi padre me lo puso como símbolo de su gran amor por su ciudad natal[Málaga]y por mi abuela, que era una gran devota de esta virgen», explica sobre algo que le permite llevar para siempre consigo a todas partes su vínculo con España. «Mi nombre define mi ascendencia y mi conexión como mujer española».
Desde niña, Stella del Carmen vivió entre dos culturas muy diferentes, dado el trasiego de viajes de su progenitor a causa de su intensa carrera como actor. La nieta de la actriz Tippi Hedren pasaba largas estancias en Hollywood y viajaba esporádicamente junto a Banderas a Andalucía, algo que le hizo perder sus raíces españolas.
«No pasar el suficiente tiempo en España implicaba que no estaba desarrollando el mismo nivel de competencia en castellano que el que tengo con el inglés. Y en los años en los que casi cesaron los viajes familiares al sur del país, mi conexión con esa parte de mí misma empezó a desvanecerse», relata.
No obstante, su tristeza terminó cuando hace unos años entró en una perfumería y gracias al aroma de un perfume le recordó a «una iglesia vagamente iluminada por velas, cera, pétalos de rosa diseminados, humo, Málaga, Semana Santa. Fue como si todos los recuerdos de la infancia de Semana Santa se hubieran condensado y destilado en una preciosa botellita».
A lo largo del texto, Stella afirma que Antonio Banderas es fundamental a la hora de mantener ese vínculo con sus raíces españolas. «Cuando decido hacer una tortilla de patatas en mi casa de Los Ángeles o cuando uso Facetime con mi padre y puedo ver un trocito de Marbella de fondo de pantalla de mi móvil. Recuerdo pasear por las calles nocturnas de Málaga junto a mi tía, el chocolate con churros y las cenas de tres horas», expresa orgullosa.
Stella del Carmen cierra su primera columna en la laureada revista 'Vanity Fair' reafirmando el orgullo que siente por sus orígenes españoles: «Los españoles son fuertes y profundamente apasionados. Hablan con el corazón y aman intensamente. Valoran a su familia por encima de todo y saben reírse de cualquier cosa. Me siento increíblemente orgullosa de mis orígenes», recalca.
Su incursión en el mundo de las columnas permite conocer un poco más a la hija de Banderas que, es poco amiga de protagonismos y no busca el foco mediático. En la pasada edición de los Oscar, la joven acompañó a su padre y a la novia de este, Nicole Kimpel, en la que el actor andaluz estaba nominado a Mejor actor por Dolor y gloria.
En los Oscar, Stella hizo gala de su discreción y de una madurez que ha vuelto a demostrar en su incursión como columnista.