El Soro puede perder una pierna. Unos problemas causados por la sepsis sufrida hace algo más de un año están afectando a su extremidad izquierda. En el entorno del torero existe mucha preocupación.
Todos están pendientes de la cita médica que tiene el próximo 26 de junio. El facultativo que se ocupa de sus problemas en dicha pierna tiene que valorar su actual estado y tomar medidas. En función de la situación que se encuentre no es descartable la opción de amputar.
Tanto la mujer de El Soro como su familia están muy angustiados. Él también es consciente de que puede recibir malas noticias en cuestión de días. "Si no hay más remedio que cortarme la pierna para garantizarme más tiempo de vida, lo aceptaré", señala resignado.
El Soro confiesa que "existe el temor de que se vuelva a producir una fuerte infección y eso sí que sería un peligro de muerte", aclara. El diestro cuenta que se encuentra bien de ánimo y que no tiene miedo. "Confío ciegamente en mis médicos", añade.
Cree que se encuentra en las mejores manos y hará "lo que ellos consideren que es lo mejor para mí, aunque sea amputar". Desvela que ahora le toca "ser realista" y mirar hacia adelante con optimismo. "Lamentarse no sirve de nada", cuenta.
La desgracia de El Soro le lleva persiguiendo desde comienzos de 2020. En esa época, una sepsis derivada de su prótesis de rodilla le provocó un fallo renal. Tuvo que ser intervenido de urgencia en un centro hospitalario y permaneció unos cuantos días en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Se temió por la vida de El Soro e incluso llegó a despedirse de sus seres queridos. Por si aquella estancia en el centro médico tenía un trágico final decidió contraer matrimonio con la que era su pareja Eva.
La actual esposa de El Soro señalaba por entonces que "ha sido una boda atípica". No era lo que quería, "pero era una ilusión que él tenía". Explica que "desde que enfermó era algo que a todo el mundo que entraba le pedía por favor".
La celebración la ofició el alcalde de Foios, que es el pueblo en el que nació. En el acto estuvo presente también su hijo Tito.
Llevaban ya ocho años juntos cuando decidieron dar el paso. Eva no dudó en satisfacer los deseos de El Soro. Eso sí, la "ceremonia fue muy dura" y permaneció "llorando todo el rato".
Pero lo único que le importaba era el bienestar del torero. "Él ha estado feliz, que es de lo que se trata. No quería entrar en quirófano sin tener esa ilusión de que ya éramos marido y mujer", relataba.
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El Soro ya había pasado por el hospital con anterioridad
Este problema con la pierna izquierda no es el primer contratiempo que padece El Soro. Hace cuatro años ya tuvo que ser ingresado en el Hospital Clínico de Valencia a causa de un infarto de miocardio.
Se encontraba en la localidad almeriense de Roquetas de Mar cuando sufrió el ataque al corazón. De manera inmediata fue trasladado a un complejo médico. Previamente, también había sido víctima de una angina de pecho cuando se encontraba en Sevilla atendiendo una serie de compromisos profesionales.
El diestro abandonó las plazas de toros en 1994 tras sufrir una lesión de gravedad. Se destrozó la rodilla al caer al callejón tras saltar las tablas. A consecuencia de eso tuvo que permanecer tres años en silla de ruedas y diez usando muletas.
El Soro nunca perdió la esperanza de volver a la normalidad. En 2017 pasó por el quirófano para que se le implantara una prótesis de titanio.