Rocío Carrasco ha vuelto a la televisión tras un tiempo desaparecida del foco mediático. Algo, que al parecer, no fue decisión suya.
Por lo visto, tras realizar sus primeras intervenciones en Sálvamecomo defensora de la audiencia, los directores del programa le propusieron hacer un parón y darle vacaciones. Unas vacaciones que ella no había pedido, ya que acababa de empezar a trabajar, pero que terminó aceptando para reponerse del estrés que había experimentado los últimos meses.
A su llegada a plató, Carrasco se mostraba bastante tensa y con los nervios a flor de piel. Eso, a pesar de que tenía a su gran amiga, Carlota Corredera, al lado.
"Tenía ganas de volver, estoy nerviosa. El día que no me ponga no será bueno", ha confesado. Y es que Rociíto era consciente de que le tocaba responder a temas bastante controvertidos, como la victoria de Olga Moreno en Supervivientes o la reciente entrevista de Ortega Cano.
También era inevitable durante su presencia en el programa, que le sacaran a relucir el tema de la relación con sus hijos. Aunque en esta ocasión Carrasco ha sorprendido dejando la puerta abierta a una posible reconciliación.
Rocío Carrasco niega la posibilidad de una reconciliación con sus hijos, pero no pierde la esperanza
La presentadora iba de frente y le preguntaba sin miramientos si había recibido alguna llamada de parte de Rocío o David Flores.
"Ni la he recibido, ni la he esperado en ese momento", ha señalado. "Supongo y tengo la esperanza de que en algún momento en el tiempo suceda. La vida es larga, si Dios quiere. Ahora, sigue sin ser el momento", explicaba.
De esa forma, parece que la mujer de Fidel Albiac todavía no ve posible un acercamiento con sus hijos, aunque no se arrepiente de nada. Mientras que, del resto de la familia, "ni ha tenido una llamada, ni la espera, ni la quiere".
"Durante mucho tiempo pensaba que todo el mundo era malo hasta que me demostraban que era buenos y me he dado cuenta que estaba equivocada", ha contado. Y es que asegura que ahora piensa en "lo maravillosa que puede llegar a ser el ser humano, de la solidaridad de la gente".
De hecho, se siente muy orgullosa "por haber aportado, por haber añadido ese granito de arena que es muy importante para todas esas mujeres".
Respecto a sus hijos, queda claro que el dolor sigue siendo demasiado grande, sobre todo después de lo relatado en su docuserie. Sin embargo, asegura no poner en el mismo nivel a Rocío y David Flores después de detallar la brutal paliza que le propinó su primogénita en 2012.
"No, de momento no. Eso no quiere decir que nadie esté en la otra postura. Vamos a dejarlo ahí".
Y respecto a los efectos de la gran exposición mediática de los últimos meses, Carrasco alegaba que no la había tomado por sorpresa. "Llevo con acusaciones, con humillaciones y vejaciones desde hace mucho tiempo".
"Fíjate si es triste que estaba preparada para digerir todo lo malo que ha pasado", ha comentado. Además, también ha querido hablar acerca de la segunda parte de la docuserie, incidiendo en que no se trata de ninguna venganza.
"En el nombre de Rocío no es una docuserie que se vaya a hacer, ni se está haciendo desde el rencor, desde el resentimiento, la venganza o la maldad. Se está preparando desde la verdad, que en eso sí que me han educado. No me han educado en la maldad, en la venganza".
Eso sí, Rociíto llega dispuesta a destapar todas las mentiras de su familia. "Son cosas que le afectaban a mi madre, empezando por mí y sobre mí, han mentido todos. Todos han mentido, sus hermanos, su cuñado... Ortega Cano ha mentido".