Sharon Stone protagonizó en 1992 una de las más famosas escenas de la historia del cine de finales del siglo pasado: un sensual cruce de piernas en pleno interrogatorio policial junto al personaje interpretado por Michael Douglas.
Catherine Tramell, el personaje interpretado por Sharon Stone pasó a convertirse en el mito erótico de varias generaciones. La escena del interrogatorio donde la interprete estadounidense mostraba más de lo que la audiencia estaba acostumbrada a ver, es considerada uno de los momentos más pausados de la historia del cine.
El film se convirtió en una de las películas más taquilleras de la década de los noventa y Stone se convirtió en una gran estrella mediática.
Gracias al sonado éxito de Instinto Básico, el director Martin Scorsese abordó a la actriz en un restaurante de Los Ángeles, y según ella, la persuadió para que interviniera en Casino, el drama criminal por el que fue nominada a mejor actriz en los premios Óscar.
La biografía de Sharon Stone
En la actualidad, la protagonista de 'Desafío Total' vive alejada del cine. Recientemente, ha relatado en sus memorias 'La belleza de vivir dos veces' el accidente doméstico que sufrió en su domicilio cuando fue impactada por un rayo cuando estaba planchando.
Según avanza en su biografía, Stone recibió una descarga eléctrica y salió despedida contra la nevera impactando contra el suelo.
«Estaba en mi casa, llenando la plancha con agua, situando la mano en el grifo. El rayo cayó en el pozo, y la electricidad circuló por el agua hasta que llegó al grifo de la cocina. La explosión provocada por este fenómeno me lanzó hasta la nevera y caí al suelo».
Así lo ha contado la actriz de 62 años en el programa radiofónico de Brett Goldstein. Sharon Stone aseguró durante su charla con el actor británico que se recuperó gracias a que su madre Dorothy de 87 años pudo reanimarla y avisó al servicio de emergencias de Los Ángeles.
«Mi madre lo vio todo. Yo estaba inconsciente y ella me golpeó la cara hasta que me trajo de vuelta. Estaba en un estado tan alterado que no lo puedo explicar. Lo veía todo muy brillante. Ella me metió en el coche y me llevó al hospital. El electrocardiograma mostró que todavía quedaba energía eléctrica en mi cuerpo. Fue una locura».
En el libro, la intérprete narra en profundidad otras experiencias como el derrame cerebral que a punto estuvo de costarle la vida en 2001, o la vez que pudo haber muerto por asfixia al quedar atrapada en un tendedero.