La televisión le abrió las puertas de la popularidad al estilista Pelayo Díaz hace unos años. En Telecinco se encargaba de cambiar la imagen de personas insatisfechas con su aspecto. Fue una etapa cargada de éxitos en lo profesional, a lo que sumaría también una bonita historia de amor.
En aquellos momentos conocería a Andy McDougall, un influencer argentino. Con él contrajo matrimonio en una ceremonia celebrada en el palacio de la Fresneda en Madrid. Lo hizo acompañado por sus amigos y familiares, solo uno año después de conocerse.
Pero Pelayo ha demostrado que el amor se marcha tan rápido como llega a la vida de uno. Acaban de anunciar su separación tras solo tres años de matrimonio. Pero esta relación ha estado marcada siempre por los constantes rumores de ruptura.
Y eso que la pareja no dudaba en desmentirlo todo a través de las redes sociales, donde trataban de demostrar que todo marchaba de maravilla. La realidad era otra bien distinta, como se acabó comprobando.
Sus seguidores les trasladaban su preocupación, y el estilista ovetense tuvo que salir al paso para aclarar ciertos aspectos. Las ausencias de su marido eran constantes, y eso hizo que más de uno estuviera con la mosca detrás de la oreja.
"Que no veáis a Andy todo el tiempo en Instagram no significa que no estemos el uno al lado del otro. Vivimos, trabajamos y viajamos juntos todo el rato", aclaraba. Podía interpretarse de muchas maneras este mensaje.
Lo que estaba claro es que los constantes viajes por compromisos profesionales les impedía pasar más tiempo juntos. Recientemente hubo un detalle que no pasó desapercibido para los fans de la pareja.
En las redes sociales de Pelayo Díaz y del argentino ya no había imágenes de ambos. Se habían esfumado. La revista Lecturas se hace eco de esta noticia, confirmando la ruptura.
La noticia cogió por sorpresa a muchos seguidores, aunque para otros era algo que llevaba tiempo ya fraguándose. En la publicación semanal señalan que se trataría de una separación amistosa.
Cada uno hacía vida por su cuenta desde el pasado mes de septiembre. De momento tratan de seguir con su vida con normalidad, sin que hayan iniciado los trámites de divorcio. Incluso se han intercambiado algún mensaje cariñoso en las redes sociales durante este periodo.
Lo que es evidente, como recoge la revista, es que la última foto que compartió Pelayo con Andy se remonta a agosto. El argentino, además, había decidido marcharse a su país en las últimas horas. Y ya se sabe que la distancia hace muchas veces el olvido.
En cualquier caso, ninguno de los dos ha querido confirmar la noticia.
Hace unos meses, el asturiano ya dejaba entrever que esa historia de amor no era tan idílica como trataban de mostrar. Ambos tenían una agenda demasiado apretada, y los constantes viajes del influencer a su tierra suponían un grave trastorno.
Por mucho amor que hubiera, apenas tenían tiempo para estar juntos. Y eso que era habitual verles juntos en presentaciones y photocalls. Siempre con gestos de cariño y complicidad.
Pelayo admitía algunas crisis
Pelayo Díaz explicaba que "nos esforzamos en que vaya bien. Hay veces en que la relación se podría ir al garete, es difícil". No tenía inconveniente en reconocer que la pareja había sufrido algunas "pequeñas crisis".
Eso sí, hasta la fecha siempre habían superado esos malos momentos. "A veces, he tenido que ir a meter la cabeza debajo de la almohada y gritar, luego peinarme y bajar al salón como si no pasara nada", contaba.
Siempre tuvo buenas palabras hacia su pareja: "Es un trozo de pan, otro ya me habría mandado a tomar viento".
Pelayo y Andy habían mostrado en alguna ocasión su interés por ser padres. Pero eso tendrá que esperar por ahora.
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