Sarah Croft de 21 sigue los pasos de su madre Ainhoa Arteta (56). La cantante lírica siempre se ha mantenido muy celosa de su intimidad. A pesar de que es una artista muy popular en nuestro país, la soprano ha sudado la gota gorda para llegar a la cima.
Sarah, fruto del matrimonio con Dwayne Croft, se suma a la lista de hijas de rostros conocidos que no se aprovechan de la fama para alcanzar sus metas.
Según la describe su entorno, Sarah Croft es una adolescente muy madura y sedienta de superarse constantemente a nivel profesional. Eso sí, sin ayudas. Aunque lleva dos apellidos archiconocidos en el mundo de la música, la joven quiere brillar por sí misma.
Desde luego que la modestia le viene de familia. Ainhoa Arteta tampoco ha querido aprovecharse de su tirón mediático para relanzar su carrera profesional.
De hecho, la soprano ha lanzado un comunicado desde Bilbao, donde reside actualmente, para exigir su derecho a preservar su vida privada.
Por su parte, Sarah Croft tampoco acepta convertirse en noticia en la prensa rosa. Mucho menos si la información de interés procede de su vida familiar y personal. La recién entrada en la etapa adulta tiene claro que no quiere pertenecer a la generación de hijos afamados por sus apellidos.
Solo hace falta darse un paseo por sus redes sociales para ser testigos de que la discreción abandera sus redes sociales. Aunque por supuesto, como todos los jóvenes, también alardea de sus viajes y de su novio.
Sin embargo, Sara Croft no presume de sus raíces. Se define a sí misma como "cantante y bailarina" y asegura estar "orgullosa de mis cicatrices".
Tampoco el número de seguidores arroja luz sobre la fama de la hija de Arteta. Cuenta con 2.498 personas que la siguen y ella sigue a 1.920 perfiles.
Entre las personas que son de interés para la hija del barítono de 60 años, hay rostros muy variopintos. Por ejemplo, el futbolista Leo Messi, la aristócrata Carmen Lomana, concursantes de realities y cómo no, a su madre Ainhoa Arteta.
La faceta musical de Sarah Croft
La hija de Ainhoa Arteta y Dwayne Croft también apuesta por el mundo de la música, como sus padres. Y es que Sarah Croft ha heredado una voz dulce y delicada que llega a registros insospechables.
Según ha adelantado Croft uno de sus últimos proyectos, Love Me, ha visto la luz este pasado mes de febrero. El videoclip de este single se grabó en el hogar de Ainhoa Arteta y Sarah Croft, ubicado en la prestigiosa urbanización madrileña de La Moraleja.
Además, Croft Arteta también cuenta con otros sencillos en su colección musical que ya ha lanzado al mercado. Es el caso de la canción Ya no viene o There Is Another Sky.
Hace un par de años, Sarah Croft ya había dejado al público boquiabierto. Durante la gala Starlite de Marbella demostró sus dotes artísticas.
Fue una actuación muy emotiva en la que Sarah compartió escenario junto a sus padres, Ainhoa Arteta y Dwayne Croft. La familia entonó juntos el antiquísimo tema Imagine y el público estalló en júbilo.
Desde entonces, Sarah Croft ha sabido que con su preciosa voz y el sudor de su frente puede llegar muy lejos en su carrera profesional. Y para ello no necesita incrementar su fama por otros derroteros.
La primera hija de Ainhoa Arteta se mantiene en su decisión y evita a toda costa protagonizar informaciones para la crónica social española. Según adelantan, la joven está muy centrada en su carrera y lucha por conseguir sus sueños sin la ayuda de sus apellidos.