Rocío Flores ha aparecido públicamente después que su madre pusiese el broche de oro a su documental con una entrevista final en plató. Y lo ha hecho en una actitud de lo más desafiante, sin responder prácticamente a ninguna pregunta de los periodistas, excepto una.
Rocío Carrasco anunció ayer en la entrevista que habría una segunda parte del documental, algo que ya se sabía desde hace algunos días. Lo que no se sabía era de qué se hablaría en esa segunda parte, y eso es lo que aclaró: de los Mohedano.
Esto ha pillado por sorpresa a mucha gente, aunque ella misma en el documental ya llegó a avanzar que de ese tema hablaría más adelante. Pero por las declaraciones de su hija, su familia podría haberse esperado este 'giro de los acontecimientos'.
La periodista ha preguntado a Rocío Flores diversas cuestiones sobre el documental, sobre cómo lo han vivido o cómo les ha afectado. También le ha preguntado si cree que sus palabras lograrán reabrir el caso. Y si tienen miedo de que se acabe condenando a su padre por un delito de malos tratos.
La hija de Antonio David ha evitado responder a ninguna de estas preguntas, continuando su marcha impasible ante la presencia de periodistas. De vez en cuando sorprendía con algunas miradas desafiantes que daban a entender que no estaba nada a gusto con la situación.
Y mientras andaba, Rocío Flores fumaba con la mascarilla medio bajada sin responder a casi nada. En un primer momento, cansada de las preguntas, Rocío contesta: «De verdad, no tengo nada que decir ya». Pero la periodista insiste y sigue preguntando cosas para las que no habrá respuesta.
Todas ellas, de nuevo, relacionadas con el documental y lo que ha supuesto y supondrá para su familia. Pero entonces llega la pregunta sobre el futuro del programa y una segunda parte hablando de los Mohedano.
La periodista le pregunta a Rocío Flores si «sabe que va a haber una segunda parte». Y ella se permite el lujo de responder mandando un recado a su madre: «Sí, claro, desde el minuto cero, era evidente». La hija de Antonio David insiste así en la idea que ronda a todos los negacionistas sobre el por qué de documental.
Una de las principales críticas que se ha hecho a Rocío Carrasco por hablar después de 20 años es que iba a cobrar por hacerlo. Algunos incluso la acusaron de querer lucrarse ahora que lleva años sin trabajar, que se sepa. Y Rocío Flores parece confirmar esta versión con sus palabras y, sobre todo, con sus miradas.
Guerra a los Mohedano: 'En el nombre de Rocío'
La entrevista de anoche dejó un plato fuerte que seguramente dará mucho que hablar en las próximas semanas: el futuro de la serie. Ya hace unas semanas se anunció que Telecinco quería alargar el documental con una segunda temporada. Y ahora sabemos que estará dedicada a aclarar por qué Rocío Carrasco ya no se habla con su familia.
Concretamente, con la parte mediática de su familia, los Mohedano, quienes le dieron la espalda tras morir Rocío Jurado. El conocimiento popular apunta a la herencia de la artista como la mecha que lo encendió todo. Pero su posicionamiento al lado de Antonio David acabó por enterrar la relación con la mayoría de ellos.
Rocío Carrasco dejó bien claro ayer que está dispuesta a contar todo para exponer los trapos sucios de su familia. Entre ellos, Rosa Benito, Amador Mohedano o José Ortega Cano serían algunos de los que acabarían peor parados.
Algunos de ellos han seguido negando la versión de Rocío en las últimas semanas, con la emisión del documental, y ahora deberán justificarlo. No en vano, si Rocío cuenta con las mismas pruebas para demostrar su versión, se verán semanas complicadas para esa familia.
«Pensaron que Chipiona les pertenecía, pensaron que su desprecio quedaría impune, pensaron mal», llegó a decir Rocío Carrasco en su avance. Que se preparen los Ortega-Mohedano, porque son los siguientes.