Desde que Rocío Carrasco decidió contar su historia, su hija no ha hecho otra cosa que provocar. Lejos de mostrar empatía por el testimonio de su madre y abrir los ojos ante las pruebas irrefutables que está mostrando, Rocío Flores se mantiene fría y distante. Lejos queda su deseo de reconciliarse, hasta el punto en que da por perdida toda futura relación con su progenitora.
Parece que cuánto más se sabe sobre cómo se produjo el distanciamiento entre madre e hija, más hierática se mantiene Rocío Flores. No se plantea pedir perdón por la brutal paliza que le dio a su madre y mucho menos ponerse en manos de profesionales para que le ayuden a entender todo lo que está sucediendo. Como si lo que pasó fuera cosa de la edad y no habría que darle importancia. Poco sigue el ejemplo de Dakota, de 'Hermano Mayor', quien pudo encauzar la relación con su madre empezando por aceptar lo que pasó y el papel que desempeñó.
El nuevo gesto de Rocío Flores hacia su madre
La hija de Antonio David Flores no quiere tender puentes con su madre. Así lo demuestra en sus declaraciones en 'El programa de Ana Rosa' y en las publicaciones que comparte en Instagram. Si hace días dejó visibles las fotos que subió cinco meses después de pegarle a su madre donde se puede ver a una Rocío Flores de 15 años feliz y sonriente, ahora un nuevo gesto deja claro sus intenciones con Rocío Carrasco.
Rocío Flores se presentó por primera vez en un plató de televisión nerviosa y mostrando su dolor por no mantener contacto con su madre. Ha pedido en numerosas ocasiones hablar con ella, pero con ninguna ha tenido éxito. La razón la explicó la propia Rocío Carrasco: «No estoy preparada». El episodio que vivió a manos de su hija le han dejado secuelas que trata de superar con ayuda de profesionales que le aconsejan no hablar con su hija hasta que no se encuentre bien.
Pero parece que a la nueva colaboradora de televisión de nada le sirven estas recomendaciones y ha decidido dar carpetazo a su progenitora. Si hace unos días ella misma confesaba seguir el documental de Rocío Carrasco, ahora parece que está cansada de ver llorar a su madre, y así lo demostró con su última publicación subida en la noche del miércoles 5 de mayo a las 22:59 horas, justo cuando daba comienzo el capítulo nueve, procurando que la hora se viera bien.
Lejos de favorecer la reconciliación
Explican los expertos que la única manera de reconducir la relación entre madre e hija es que Rocío Flores se someta a una terapia con profesionales para ayudarle a asimilar todo lo que está saliendo a la luz. Pero a juzgar por la actitud de la influencer, esto no se va a producir, más aún si tenemos en cuenta que cuando se produjo la paliza se le ofreció a la joven la posibilidad de realizar una mediación para arreglar las cosas y tanto ella como su padre se negaron.
Esa fue la primera vez que se perdió la oportunidad de reconducir la actitud de Rocío Flores. Con el paso de los años, la influencia de Antonio David Flores ha contribuido a que sea prácticamente imposible que Rocío Carrasco pueda acercarse a su hija: «No puedo relacionarme con nadie mientras esa persona esté en medio, no puedo hablar con nadie que se relacione con él».
Más aún si se tiene en cuenta la defensa a ultranza que todavía sigue ejerciendo Rocío Flores hacia su padre y la frialdad que mostró con su última publicación en las redes sociales donde dejaba claro que no iba a ver el documental de su madre.