Rocío Flores ha acaparado la atención de todos los medios de comunicación desde que su madre decidió romper su silencio. El documental 'Rocío: Contar la verdad para seguir viva' ha hecho saltar por los aires la prensa rosa al descubrirse y quedar demostrado con pruebas el infierno que Antonio David Flores le hizo pasar a Rocío Carrasco y que se ha mantenido durante 25 años.
La hija de ambos siempre ha procurado mantenerse al margen, aunque en sus apariciones públicas ha contribuido a engrandecer el papel de mala madre de Rocío. Con su testimonio, la hija de 'la más grande' ha conseguido un gran número de apoyos y su hija intenta guardar las formas y no pronunciarse, aunque mantiene que su progenitora no dice la verdad y se posiciona al lado de su padre. Pero todo tiene un límite, y la influencer ya no puede más.
Rocío Flores estalla ante la prensa
Mientras dure la participación de Olga Moreno en 'Supervivientes 2021', Rocío es la encargada de la tienda de ropa que la diseñadora tiene en Málaga. Cuando sus compromisos profesionales en Madrid se lo permiten, viaja hasta la capital andaluza para estar con la familia y asegurarse de que todo marcha bien.
Son muchos frentes lo que tiene abiertos y la paciencia parece que ha llegado al límite. La prensa sigue sus pasos para saber su opinión sobre las declaraciones vertidas por Rocío Carrasco y los últimos acontecimientos la están sobrepasando. Hace unos días, la hija de Antonio David denunciaba el acoso que estaba recibiendo su padre al descubrirse unos carteles que le señalaban de maltratador y los reporteros le preguntaron sobre la veracidad de los hechos.
«De verdad, por favor. Yo creo que ya basta. La denuncia está puesta ¿No? Es que no tengo más que decir» contestaba muy molesta y seca. Un enfado que se hizo más evidente cuando fue preguntada por el cambio de domicilio de su familia a una urbanización privada para así evitar a la prensa. «¿Ah sí? Pues ya sabes tú más que yo. Me estoy enterando» decía con un tono desafiante y algo borde.
Está claro que Rocío Flores muestra una cara mucho más chulesca cuando no se encuentra en los platós de televisión y que no duda en sacar su vena más guerrera cuando se trata de defender a su familia ante lo que ella considera un acoso y una invención por parte de algunos medios de comunicación.
Un momento para respirar
Ante la expectación que muestra su sola presencia, Rocío Floresdecidió tomarse un respiro y disfrutar del aire fresco de Málaga para desconectar de toda la polémica que se está generando. Son semanas las que lleva sufriendo estar en el foco de la noticia y, aunque procura no pronunciarse, su actitud es bien distinta en televisión o en las redes sociales donde no duda en lanzar alguna que otra pullita a su propia madre alimentando así el interés por sus reacciones.
El pasado fin de semana, la hija de Antonio David compartía con sus seguidores la escapada que había realizado sin rumbo fijo. Subida a una moto, la joven quería escapar así del huracán que la está persiguiendo desde hace meses con la única intención de olvidarse por unas horas de todos sus problemas. «Por fin airecito malagueño... Nos vamos de ruta» escribía acompañado una foto donde se la podía ver en el asiento de detrás de una moto equipada con el casco reglamentario.
Junto a ella se encontraba su novio, Manuel Bedmar, quien se ha convertido en uno de sus mayores apoyos y a quien echa de menos cuando sus compromisos profesionales los mantienen separados.