Rocío Flores ha viajado hasta uno de sus rincones favoritos para olvidar el tsunami mediático al que ha estado sometida durante las últimas semanas por las confesiones de su madre, Rocío Carrasco en el documental: 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.
La joven se ha convertido en uno de los personajes más perseguidos de los últimos meses después de las brutales confesiones que Rociíto está destapando en esta docuserie de Telecinco. La influencer se ha enfrentado a un revuelo mediático sin precedentes y la situación le ha sobrepasado por completo.
Parece ser que las declaraciones de su madre le están afectando más de lo normal, incluso ha confesado públicamente que ha dejado de ver el documental: «Llevo dos, tres semanas que no lo veo», reconocía ante los medios.
La nieta de Rocío Jurado se encuentra en un momento personal muy crítico y ha decidido desconectar al máximo durante un fin de semana. Necesitaba alejarse de las cámaras y del juicio mediático que se está creando en Telecinco y ahora también en redes sociales.
Rocío viaja hasta Mijas para desconectar de la docuserie de su madre
Rocío Flores ha dejado de lado los problemas familiares y ha viajado hasta Calahonda, Mijas, uno de los lugares que más paz le transmite en la actualidad. «Lugares mágicos», ha escrito en una 'storie' que subía a su Instagram personal junto a un vídeo del pueblo de la Costa del Sol, concretamente en Málaga.
Playa, sol y amigos, ese es el resumen de su fin de semana de desconexión. La combinación perfecta para desquitarse de cualquier tipo de drama. Siempre de la mano de su compañero de vida: Manuel Bedmar, quien ha compartido imágenes con su pareja en redes con la palabra: «Desconexión».
Rocío Flores ha aprendido, con el paso del tiempo, a evitar situaciones comprometidas y este viaje exprés le va a servir para coger fuerzas y recargar pilas para continuar enfrentándose a los próximos episodios de la docuserie.
La hija de Antonio David Flores ha sido señalada en múltiples ocasiones por las palabras que le dedica en cada capítulo su madre, que precisamente no son buenas. Ella ha decidido mantenerse firme en su postura y seguir del lado de su padre y de las personas a las que considera parte de su familia.
Esta semana, tras la emisión del episodio 10 del documental en el que Rocío Carrasco señala a Olga Moreno como cómplice de Antonio David en su plan para arrebatarle a sus hijos, Rocío Flores ha defendido a la mujer de su padre. Flores ha defendido en todo momento el papel de madre de Olga Moreno tirando por tierra la versión de Rocío Carrasco.
«La única palabra que tengo para Olga Moreno es agradecimiento. Me ha dado cariño, me ha dado amor. Me ha educado, nos ha tratado como a sus hijos», ha confesado en 'El programa de AR' cargando, de nuevo, contra su progenitora después de que la mujer de Fidel Albiac haya cerrado las puertas a una reconciliación con sus dos hijos.
Uno de los episodios que más ha dolido a la joven y con el que tendrá que convivir el resto de su vida mediática es en el que Carrasco habla de los malos tratos que sufrió por parte de su propia hija.
Aunque la prensa del corazón ya se hizo eco de este momento y se especularon muchas teorías, los implicados no se habían pronunciado. Rociíto habló por primera vez de la agresión que sufrió por parte de su hija el 27 de julio de 2012, cuando esta tenía 15 años.
«Aquella mañana Rocío me agredió, pero no era ella la que me pagaba, era su padre. Porque quiero dejar claro ya desde el principio que mi hija fue verdugo porque antes fue víctima de esa persona (Antonio David Flores). Incluso víctima más vulnerable que yo», explicó.