La metamorfosis que ha experimentado Rocío Flores en este último año es innegable. Tanto es así, que luce irreconocible.
La hija de Antonio David ha ganado en confianza, por lo que se ha atrevido a posar por primera vez en bañador presumiendo de su renovada silueta.
"Me siento mucho mejor conmigo misma para hacer esta exclusiva. He cambiado por dentro y por fuera", confiesa en la entrevista concedida a la revista Semana. "Me quiero a mí misma más que nunca", reconoce con orgullo.
"Lo he pasado mal, pero estoy muy cerca de ser la mujer que quiero ser", sostiene respecto al complicado año que ha pasado su familia.
"Estaba muy nerviosa al principio. Para nadie es fácil posar en bañador y más cuando te ve toda España", añade.
"Estoy nerviosa ahora, pero muy feliz con el resultado. Me da un poco de vértigo lo que la gente pueda pensar y opinar de esta portada, pero estoy feliz, porque estoy contenta con el resultado", desvela.
Muchos coinciden en que Rocío está atravesando una gran etapa, tanto personal como profesional.
"Yo a Rocío la veo bastante feliz, segura. Es una envidia las piernas que tiene, yo se lo digo, las tienes más delgadas que yo. Está súper segura, súper bien, se pone ropa que a lo mejor antes no se ponía", comenta al respecto Gloria Camila.
"Yo he vivido sus complejos, y se los ha quitado. Ahora viste con lo que le gusta. Antes no quería ponerse ni camisetas de manga corta", asegura.
La nieta de 'la más grande' ha perdido nada menos que 25 kilos, recurriendo también a la ayuda de las operaciones estéticas.
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Rocío Flores sorprende con su imponente figura
El último retoque al que se sometía la joven era una lipoescultura, cuya recuperación ha sido bastante complicada.
Rocío decidía deshacerse de la grasa sobrante de su cuerpo mediante este procedimiento algo menos invasivo que una liposucción normal.
Pero esta no ha sido su única intervención. Meses antes de su lipoescultura, la hija de Antonio David decidía también operarse los pechos.
Algo que tenía en mente desde hace bastante tiempo, según confesaba durante su paso por Supervivientes.
"Yo me voy a operar el pecho. No me gusta... Eso sí que lo voy a hacer sí o sí se ponga quien se ponga por delante. Lo voy a hacer nada más salir", reconocía.
Un año y medio después, la joven por fin cumplía su objetivo. "Tenía muchas ganas de hacerlo. Me han dado el alta y estoy un poco en reposo, un poco dolorida, pero todo ha salido muy bien".
Y a estos retoques también se le puede sumar una bichectomía, una rinomodelación y un aumento de labios con ácido hialurónico. Además de bótox para eliminar arrugas y ortodoncia invisible para mejorar su sonrisa.
"Me he quitado un bulto de la nariz, me he rellenado un poco los labios y me he puesto bótox en la frente y como tengo un hueso de nacimiento pues me lo he rellenado", detallaba en sus redes sociales.
También el cambio de alimentación hacia un estilo de vida más saludable y el ejercicio la han ayudado a cumplir su objetivo.
Sin contar con los numerosos tratamientos "para reducir, tonificar y moldear" su figura, entre los que incluyen sesiones regulares de maderoterapia corporal para reducir la celulitis y activar el sistema circulatorio y el sistema linfático.
"Siempre me he querido y valorado muy poco, pero ahora estoy en un punto en el que me encuentro bien conmigo misma", reconocía la colaboradora de El Programa de Ana Rosa.