Rocío Carrasco está más de actualidad que nunca, y no solo por la participación de su hija en ‘Supervivientes’, sino también porque se ha llevado un buen varapalo profesional por culpa de la crisis del coronavirus.
La hija de Rocío Jurado había estrenado poco antes de iniciarse la cuarentena, un musical inspirado en la vida de su madre, titulado ‘Qué no daría yo por ser Rocío Jurado’, del cual es productora, y que ahora ha tenido que aplazar varias funciones de la gira que se iba a celebrar en las ciudades de Adra, Carmona, Santiago de Compostela, Pamplona, Bilbao, Vigo y Pontevedra. De momento está previsto que las funciones se puedan celebrar entre agosto y diciembre de este 2020.
Las medidas del Gobierno amenazan la viabilidad del musical
Pero podría ser que las nuevas medidas para los teatros que prepara el Gobierno le afecten de lleno, pues el ejecutivo pretende abrir teatros y permitir espectáculos a partir de la fase 2 pero con limitaciones, que incluirían la limitación del aforo a un tercio y con butaca pre asignada, una medida que significaría para Rocío Carrasco perder mucho del dinero invertido y que el musical no fuera rentable; a pesar de la incertidumbre pero, una buena noticia para la hija de ‘la más grande’ es que ya se han vendido las entradas para la mitad de las funciones de Baleares a 32 euros cada una.
De momento, estamos seguros de que Rocío Carrasco está rezando para que ‘la nueva normalidad’ sea un hecho cuanto antes, pues le interesa más que a nadie que la vida vuelva a su cauce habitual y poder disfrutar así del musical basado en su madre, en el que tanto invertido y tanto cariño le ha puesto.