Rocío Carrasco no está pasando sus mejores momentos desde que decidió romper su silencio y hablar, de una vez por todas, para explicar su verdad y el por qué ha estado tantos años callada.
Su silencio hizo que Antonio David y todo el mundo mediático y del corazón tuvieran vía libre para mal meter contra ella, inventarse situaciones y acusarla de ser una mala madre, lo que a su vez permitió al padre de sus hijos que finalmente los dos pequeños acabasen yendo a vivir con él.
Pero la hija de Rocío Jurado decidió hablar, y desde hace más de dos meses, con la emisión de 'Rocío Carrasco: Contar la verdad para seguir viva' se ha quitado muchos pesos de encima, lo que ella misma admitió que le permitiría vivir más tranquila de ahora en adelante.
Aun así, todavía tiene que lidiar con algunas consecuencias de lo que ha vivido todos estos años, y la semana pasada tuvo que vivir un momento muy difícil que le hizo sufrir un ataque de ansiedad.
Rocío Carrasco visitó Chipiona, su ciudad natal y tierra de su madre, por primera vez en muchos años. Tras la muerte de su padre, Rocío acabó dejando de ir a su localidad natal porque allí estaba gran parte de su familia materna, con quien tuvo muchas desavenencias por el tema de la herencia y después por dejarla de lado y posicionarse al lado de su exmarido.
Pero tras muchos años, la hija de Rocío Jurado visitó su ciudad para ir al cementerio, pero una vez allí sufrió un pequeño ataque de ansiedad, según ha contado Carlota Corredera para 'Chance'.
En la entrevista, la presentadora de 'Sálvame' ha explicado que tras dar el paso adelante y hablar, Rocío Carrasco también quiere recuperar cosas a las que ha renunciado durante todo este tipo, y una de esas cosas es Chipiona, «su casa y la tierra de su madre», donde tiene recuerdos «muy complicados», pero también «recuerdos muy bonitos de sus veranos, su infancia».
En las últimas semanas, numerosos miembros de su familia han salido al paso de sus declaraciones en el documental, la mayoría de ellos manteniendo su posición y enfrentándose a ella. Por esa razón, su visita a Chipiona ha sido entendida, por algunos, como una provocación a su familia.
Ante esto, Carlota Corredera explica que entiende que ahora que Rocío ha roto su silencio y se ha quitado ese lastre de encima, ya no tiene el miedo que tenía antes y que no se va a callar ante nada, ni siquiera ante los ataques que le llegan desde su familia más cercana.
Rocío Carrasco homenajea a su madre
La semana pasada se celebró en Chipiona el tradicional acto de homenaje a Rocío Jurado cuando se cumplen 15 años de su muerte, pero a ese acto acudieron personalidades de todo tipo excepto Rocío Carrasco.
La razón, obviamente, era evitar encontrarse con sus dos hijos, que acudieron a los principales actos organizados, y con el resto de su familia materna, con quien ha roto casi todos los lazos de relación que les unieron en el pasado.
Esperando que pasasen los días, la hija de Rocío Jurado acudió al cementerio unos días después, y ya sin el fervor de las cámaras detrás, para rendirle un homenaje a su madre.
Llegó al hospital con una corona de flores con el mensaje «De tu hija Rocío» que quería depositar sobre su tumba, algo que, lamentablemente para ella, hacía muchos años que no podía hacer precisamente porque su estado de salud y psicológico le impedía desplazarse hasta su tierra.
A pesar del largo lapso de tiempo sin acudir, según han explicado varios testigos a 'Ya es mediodía' fue recibida entre los aplausos de algunos vecinos, lo que sin duda le debió provocar muchas emociones que más tarde se mezclaron con la tristeza por no tener a su madre con ella y con la presión a la que está sometida desde hace varias semanas.
Todo ello explica que Rocío sufriese esa «recaída» psicológica y tuviese un ataque de ansiedad, pero ella misma ha admitido varias veces en las últimas semanas, especialmente las veces que ha entrado en directo durante la emisión del documental, que hablar de su experiencia le ha permitido quitarse un lastre de muchos años y sentirse ligeramente más aliviada.