La serie documental de Rocío Carrasco nos ha dejado uno de sus episodios más duros. Tras haber relatado la paliza que sufrió a manos de su hija, el noveno capítulo se ha centrado en las consecuencias de aquella pelea que supuso la ruptura definitiva de su relación.
El pánico de Rocío Carrasco tras encajar los golpes de su hija fue desgarrador, pero el verdadero trauma llegaría tras la denuncia interpuesta por Rocío Flores en compañía de su padre, que utilizaron la agresión para denunciar a Carrasco por un delito de maltrato continuado.
«A mí no me duele la paliza, me duele que mi hija quisiera verme en la cárcel por algo que no había cometido», comenta Rociíto tras reconocer que, en aquel momento, se negó a declarar en sede policial para no denunciar a su niña, pero no le quedó más remedio que contar la verdad en sede judicial para evitar una condena de prisión.
Además, la hija de Rocío jurado tampoco pudo evitar que la Fiscalía entrase de oficio para investigar la agresión sufrida a manos de Rocío Flores, ya que el hospital a donde había acudido para tratar las lesiones activó el protocolo de denunciar.
El linchamiento hacia Rocío Carrasco: ¿por qué sigue siendo tachada de mala madre?
Pese a que Rocío Carrasco ha demostrado llevar toda la vida protegiendo a sus hijos y alejándolos del círculo mediático creado por Antonio David, hay muchas personas que siguen cuestionando su papel de madre.
No solo porque la acusan de renunciar a sus hijos, también porque la señalan por destapar la realidad ante millones de espectadores y dejar a su hija a los pies de los caballos tras la publicación de una documentación tan sensible que, sin embargo, resulta fundamental para probar su relato. De lo contrario, nadie le creería.
Los informes psicosociales y documentos que aporta Rocío Carrasco en este episodio son tremendamente demoledores. En ellos se puede ver como los expertos observan una clara manipulación y adoctrinamiento de Antonio David a sus hijos Rocío y David, que muestran un rechazo a la figura materna y una idealización hacia la paterna.
«Lo que más se cuestiona del testimonio que está dando Rocío, no solo es por qué lo cuenta ahora, sino porque al contarlo deja tan mal a su hija. '¿Cómo una madre es capaz de contar algo tan terrible de su hija?' Es casi lo que más se cuestiona, en general», señalaba en el plató del programa la periodista Paloma García Pelayo intentando resumir el sentir de los espectadores que se posicionan del lado de Rocío Flores.
Sonia Cervantes sobre Rocío Carrasco: «es mujer y persona antes que madre»
La pregunta fue rápidamente respondida por la psicóloga Sonia Cervantes, que a lo largo de su carrera se ha enfrentado con muchos conflictos similares.
«Por la mitificación de la madre, que tiene que aguantarlo todo y ser capaz de todo. La pregunta debe ser, ¿qué tiene que ocurrir para que una hija le pegue una paliza a su madre? No por qué su madre lo cuenta. Su madre se niega a denunciarla, su madre omite lesiones. Más protección de esta madre a su hija no puede haber», aseguraba la experta.
En este sentido, la psicóloga de 'Hermano Mayor' ha puesto varios ejemplos de situaciones en las que ella, como profesional, recomienda a sus pacientes dejar el contacto con sus hijos, ya que son relaciones tóxicas que acaban afectando la salud mental de la mujer que ha sido víctima de maltrato.
Por esta razón, Sonia Cervantes considera que la reconciliación entre madre e hija está muy lejos de producirse, ya que la joven sigue apoyando a la persona que la ha alejado de su madre y, a nivel emocional, Rocío Carrasco no está capacitada para enfrentar esa situación.
«Va a ser muy difícil una mediación mientras la hija siga en el contexto que fomenta la lapidación que ha estado recibiendo esta mujer durante dos décadas. Ella antes que madre es mujer y persona ante todo», advertía la psicóloga.
La profesora y periodista Ana Bernal-Triviño también ha coincidido con su compañera en este discurso al señalar que «tenemos que desterrar frases como 'la madre lo perdona todo’ y 'la madre es madre hasta el final' porque esa madre sigue siendo mujer y tiene derecho a vivir», zanjaba la especialista.