El noveno capítulo de 'Contar la verdad para seguir viva' ha sido el más duro de todos. Rocío Carrasco ha intentado explicar por qué renunció a su hija, y cómo Antonio David aprovechó esta circunstancia para manipular al nieto pequeño de la Jurado.
El episodio ha arrancado de una forma muy especial. Carlota Corredera, presentadora del programa, ha lanzado una advertencia a los detractores de Rociíto: «no insistáis».
La protagonista del documental acudió a los juzgados la semana pasada. Y, un grupo de hombres, aprovechó para enfrentarse a ella. Le increparon con unos carteles donde se podía leer «stop feminazis». Sin embargo, Rocío ya no tiene miedo. En ningún momento agachó la cabeza, pues está muy orgullosa de haber ayudado a tanta gente.
Por ese motivo, ha seguido narrando el infierno que vivió por culpa de su exmarido. La novedad del último episodio que ha emitido Telecinco, es que cuenta con dos testigos fundamentales: Paco, el chófer que coincidió con Rocío Flores después de la agresión, y su profesora de verano, que estaba al tanto de toda la historia.
La hija de la Más Grande llamó al centro escolar para hablar con el director. «La niña no puede volver a mi casa», le dijo en un tono muy tajante. Rociíto estaba en el suelo, plagada de moratones, y con un traumatismo craneoencefálico. La situación había llegado al límite, y era consciente de que la justicia tenía que intervenir de forma urgente.
Carrasco se negó a denunciar a Rocío Flores. Pero, para su sorpresa, fue la niña quien le acusó a ella de haberle maltratado. De esta forma, no tuvo más remedio que contar la verdad. Antonio David estuvo muy presente en este proceso, y utilizó dicho episodio para intentar quedarse con la custodia.
«A mí no me duele la paliza, me duele que mi hija quisiera verme en la cárcel por algo que no había cometido», comenta. Y es que, por aquel entonces, Rociíto ya había renunciado a su pequeña. Tenía pánico de vivir con ella, y la única forma de seguir adelante era renunciar a su compañía.
Antonio David se aprovechó de la enfermedad de su hijo pequeño
Antonio David había ganado la primera batalla, pero su ambición le animó a ser el fulminante vencedor de la guerra. Así que, después de conseguir la custodia de Rocío Flores, fue a por su siguiente objetivo: el pequeño David.
David Flores se sometió a una infinidad de exámenes psicológicos. Según los expertos, el joven estaba claramente manipulado por su padre. De hecho, en muchas de sus declaraciones, reconocía que, todo lo que estaba contando, se lo tenía aprendido de memoria.
El exmarido de Rocío se aprovechó de la enfermedad de su hijo para vengarse de ella. No le perdona que quisiera separarse, y quiere cumplir con la advertencia que le hizo nada más enterarse de dicha intención: «te vas a cagar».
Los informes demuestran que la convivencia de David con Rociíto y Fidel era perfecta. El niño demuestra tener un gran amor hacia su madre, y en ningún momento le acusa de ningún delito. Sin embargo, Antonio David insistía en que debía estar bajo el mismo techo que Rocío Flores, para no alterar su estado de ánimo.
«El menor expresa que su padre le ha explicado lo que tiene que decir. También describe que su hermana le ha explicado varias veces lo que tiene que decir», puede leerse en la documentación aportada por la hija de la Jurado.
Las redes sociales no han tardado en dar respuesta al último capítulo de 'Contar la verdad para seguir viva'. «Me da vergüenza y asco. Se me saltan las lágrimas», comentaba uno de los internautas.
Telecinco ha demostrado que Rocío Flores ha formado parte activa del infierno de su madre. Gran parte del público exige que siga los mismos pasos que Antonio David, y que abandone los medios de comunicación. ¿Dará explicaciones antes de que sea demasiado tarde?