Rocío Carrasco ha vuelto a hablar para una revista tras mucho tiempo sin hacerlo. La madre de Rocío Flores ha dicho en ‘Hola’ que «Fidel y yo llevamos veinte años de glorioso encierro», en una clara indirecta a su hija y actual concursante de ‘Supervivientes’.
Rocío Carrasco lleva confinada dos meses junto a Fidel Albiac en su urbanización de San Agustín de Guadalix, a las afueras de Madrid. Rocío asegura que todo ésta «película de terror» pasará, aunque por ahora hay que adaptarse a esta situación. «Estos días nos han cambiado a todos porque ha cambiado la vida en sí y ahora nos toca adaptarnos a lo nuevo», confiesa.
«Mi casa es mi remanso de paz», afirma Rocío Carrasco
«Habitualmente soy una persona casera. Mi casa es mi remanso de paz, pero la situación no es igual. Fuera se vive y se ha vivido una tragedia, una hecatombe», comenta la hija de Rocío Jurado.
Acerca de su día a día confinada, Rocío admite que su rutina no ha cambiado demasiado. «A mi madre la ha recordado estos días como la recuerdo siempre. Lo único nuevo que ha entrado en mi vida es hacer ejercicio… por los demás, no hago ni más ni menos que lo que hacía antes», afirma.
Por otro lado, el covid-19 ha variado sus planes profesionales, teniendo que cancelar su gira musical ‘Qué no daría yo por ser Rocío Jurado’. «Esperemos que la situación se normalice y así, siguiendo las recomendaciones de las autoridades, poder regresar. Eso es lo que deseo para mí y para todo el mundo que se dedica al arte y al espectáculo», comenta.
Finalmente, Rocío, que ha cumplido 43 años recientemente, se ha referido a la pérdida de Paco ‘El Pocero’ a causa del coronavirus, un hombre muy importante en la vida de su madre. «Era un hombre maravilloso, lleno de bondad, que hizo mucho no solo por mi madre, sino por nosotros», remarca Carrasco.