Letizia, por fin, respira tranquila al conocer la nueva situación por la que atraviesa la Familia Real. La mujer del rey siempre se ha mostrado muy crítica con las polémicas reales y, especialmente, con las protagonizadas por su suegro, el emérito. Con Juan Carlos I en Abu Dabi parece que las cosas están algo más calmadas y se rumorea que su vuelta podría no producirse.
Sobre todo, después de la conversación que tuvo lugar en su último viaje a Sansenxo donde su hijo y su nuera fueron muy tajantes. Su actitud despreocupada y, en ocasiones hasta chulesca, no sentaron bien a la monarca que decidió plantarse.
Letizia logra lo que más deseaba
Letizia siempre ha nadado a contracorriente en la Casa Real. No comulga con el sentimiento añejo que representa la monarquía española y su deseo es modernizarla. Para ello, trata de alejarse de los convencionalismos y, sobre todo, de las polémicas que enturbian el nombre de la institución.
En ello, juega un papel fundamental el emérito quien representa todo lo que la mujer de Felipe VI detesta. Tal y como relata Pilar Eyre en su blog de Lecturas, la reina habría conseguido apartar de lleno a su suegro. Su regreso a España de hace unos meses indignó a los reyes por su excesiva exposición mediática y su actitud chulesca.
"¿Disculpas de qué?", llegó a preguntar de manera irónica cuando le preguntaron si debía pedir perdón por todas las polémicas que ha generado. En su visita a Felipe VI, padre e hijo mantuvieron una seria conversación donde el rey le expuso su malestar.
Una reunión "crucial para las relaciones familiares", donde quedó patente la mala relación de Letizia y Sofía respecto a Juan Carlos I. De hecho, según Eyre, estas se negaron a coincidir con él y el emérito regresó muy tocado a Abu Dabi.
Al parecer, Felipe VI sacó a relucir los comentarios que su padre "ha estado filtrando estos dos años de exilio a través de amigos". Comentarios "en los que el hijo y la nuera quedan como los malos de la película". Sobre todo, su mujer a quien Juan Carlos I no le tiene simpatía y acusaba de haber orquestado su exilio al país arábico.
Letizia silencia de una vez por todas al emérito
Letizia y Juan Carlos I nunca han tenido una buena relación. El carácter fuerte y determinado de la que fue periodista chocó de lleno con el del emérito que nunca vio con buenos ojos su independencia.
La reina se ha mostrado siempre muy dura con las polémicas que ha generado su suegro y, lejos de pasarlas por alto, ha reaccionado a los escándalos. Tiene claro que estas situaciones afectan negativamente a la institución y que solo puede solucionarlo el arrepentimiento.
Algo que, por el momento, no pasa por la cabeza de Juan Carlos teniendo en cuenta cómo respondió a los medios ante esa posibilidad. No obstante, mientras los monarcas esperan que recapacite, Letizia puede estar orgullosa de lo que ha conseguido.
Tras la última visita a España y la reunión con Felipe VI recriminándole que critique a su mujer, el emérito está "mudo, como su entorno". Ha optado por no pronunciarse mientras espera el visto bueno de su hijo para poder regresar.
El vídeo del que todo el mundo habla: La nueva polémica de la reina Letizia
Recordemos que el viaje que tenía planeado hace meses fue cancelado por expresa petición de la Casa Real. El revuelo de Sansenxo sigue coleando y no desean que se vuelva a repetir, de ahí que no se haya movido de Abu Dabi. Allí permanece "muy solo y con mucho tiempo para pensar y desesperarse".
Un tiempo más que necesario que podría ayudarle a recapacitar y plantearse la posibilidad de dar su brazo a torcer y pedir disculpas públicamente.