Mucho se ha hablado sobre que la reina Letizia lleva imponiendo su fuerte carácter desde que llegó a la Zarzuela.
Tanto es así, que son numerosos los testimonios acerca de la imperiosa necesidad que siente de controlarlo todo a su alrededor. Y en ese combo podemos incluir tanto a su marido, como a sus hijas, a las que ha educado con mano de hierro.
De hecho, a la esposa del rey Felipe se la conoce por ser una mujer muy amable y educada, pero con un temperamento algo complicado que termina saliendo a relucir en los momentos más insospechados.
Buena prueba es el enfrentamiento que protagonizaba con su propia suegra, Doña Sofía, durante la misa de Pascua de hace unos años. Y es que Letizia quería evitar a toda costa, que la abuela de sus hijas se hiciera una foto con Leonor y Sofía.
Un tenso momento que tuvo una gran repercusión mediática y que ponía de manifiesto lo que muchos ya llevaban comentando desde hace tiempo: 'cuando Letizia se enfada, tiembla Zarzuela'.
La reina consorte tampoco tuvo problema en enfrentarse a su suegro, Don Juan Carlos por seguir con su profesión de periodista, algo en lo que el emérito no estaba de acuerdo.
Algo que finalmente no pudo lograr, debido a los compromisos reales, y a que la principal figura de la familia Borbón se impuso.
Letizia también ha protagonizado algunos desencuentros con sus empleados, como el que tuvo lugar durante un acto público. Al ir a saludar a los presentes, no se percató de un escalón y casi cae al suelo.
Así, no dudaba en llamarle la atención en público al guardaespaldas que la acompañaba: "No me has avisado del escalón, casi me caigo", le reprendía con severidad.
Pese a todo, queda claro que Letizia ha sabido ganarse su sitio y es innegable el gran trabajo que ha desempeñado dentro de la familia real.
Algo en lo que se reafirmaba la periodista Pilar Eyre. "Nada queda de aquella novia despreciada por el suegro, enfrentada a las cuñadas, que tuvo que abrirse paso a codazos en una familia desestructurada y egoísta".
La reina Letizia calla a su marido con una contundente frase
Más fuerte que nunca, la madre de la futura heredera al trono español se ha convertido en una mujer segura, dejando atrás los problemas y los inconvenientes del pasado.
De hecho, incluso su relación de pareja con el Rey Felipe atraviesa su mejor momento, pese a haber afrontado varias crisis en el pasado. Algunas de las cuales resultaron muy evidentes, ya que llegaba a evitar las reuniones familiares y pasaba mucho tiempo por su cuenta sin que nadie supiera de su paradero.
Y aunque su carácter se ha suavizado bastante en los últimos años, no duda en imponer el orden en su casa.
"Es honrada, inflexible con las faltas ajenas, odia la hipocresía y está volcada en la educación de sus hijas", la define Eyre.
La periodista incluso asegura que la monarca tiene una frase muy peculiar con la que pone fin a las discusiones con su marido: "Macho, es lo que hay", asegura que le dice a su marido sin temblarle el pulso.
Pequeños malentendidos que demuestran que son un matrimonio como otro cualquiera, que tiene sus más y sus menos.
Sin embargo, la reina llevaría arrastrando esta faceta de su personalidad desde su época de periodista.
"Tenía que llevar todo preparado y bajo control. Saber quién estaba detrás de cada cámara, qué planos iba a tener".
"Recuerdo una vez que el editor le pidió que le diera una vuelta a una entrada que había escrito. Estuvo horas hasta que consiguió que saliera perfecta. Podía repetir una misma entradilla veinte veces. El pelo, el maquillaje, todo tenía que ser perfecto".