La serie de Los Borbones no está dejando a nadie indiferente. Sobre todo, por la imagen que está dejando del rey Juan Carlos y el resto de la familia real.
Y parece que según Jaime Peñafiel la única intención de la docuserie sería "lavar la imagen de Letizia".
En su opinión, Ana Pastor y el guionista Aitor Gabilondo "son unos cortesanos de padre y muy señor mío".
"Colaboran en una operación mediática dictada por la Consorte real para ensuciar y hundir al Rey Juan Carlos, endiosar a Felipe VI y, sobre todo, ensalzar a Letizia, afirmando que es "la única de la familia que no está manchada por un escándalo", sentencia el periodista.
Según Peñafiel, el pasado de la esposa del rey Felipe es imborrable.
"Letizia pasado tiene", alega. Además, también saca a relucir temas como el supuesto aborto y el anterior matrimonio de la reina.
"Lo reconoce el propio Felipe cuando, en vísperas de la boda y por culpa de un tema muy sórdido, turbio y delicado de su vida más íntima, y al que le implican, le dice a Letizia, según David Rocasolano, primo hermano e íntimo amigo entonces de la consorte real: 'Si mis padres se enteran, la boda es inviable'", apunta el periodista.
Justo por eso, rebate el argumento de que sea ella la que salvará la monarquía. Lo que califica de "una frase babosa".
Letizia prohíbe a Leonor acudir a una fiesta "de pijos" y Felipe no se atreve a discutirlo
"Desconozco si muchos españoles saben o les importa que el abuelo materno de Letizia haya sido un taxista. Pienso que la serie insiste excesivamente en esto".
De hecho, acusa directamente a la reina de ser la mano negra que ha movido los hilos de esta producción.
Letizia termina de hundir a su suegro, Don Juan Carlos
"Ignoro si Ana Pastor, Aitor Gabilondo y otros colaboradores han sido las gargantas profundas de Letizia, como Andrew Morton lo fue de Lady Di para el libro Diana, su verdadera historia", deja caer Peñafiel.
Los Borbones: una familia real cuenta la historia reciente de la corona española, poniendo el foco en la sucesión y en el reinado de Juan Carlos I, que concluyó con la abdicación del monarca.
Además, también se centra en el futuro de la familia real, cuyo peso recae sobre los hombros de Leonor.
Un relato que se construye "a partir del archivo histórico, imágenes y documentos inéditos, recreaciones y los testimonios de historiadores, escritores, periodistas, colaboradores y personas cercanas a la Casa Real".
De lo que no cabe duda, es de que Letizia ha sabido imponerse en Zarzuela y "nadie se atreve a discutir sus decisiones, ni siquiera su marido".
Y eso afecta incluso a sus obligaciones institucionales. El último ejemplo lo tenemos en que la reina se ha negado a asistir a la gala de celebración del 18 cumpleaños de la princesa Ingrid de Noruega.
Una ausencia que estaría bastante justificada, ya que Letizia “no quería encontrarse a su némesis, la princesa Chantal de Grecia. Se detestan desde que Chantal la criticó en Twitter a raíz del episodio de Palma”.
Además de que la reina siempre ha despreciado el tono elitista que tienen ese tipo de celebraciones cortesanas, así como la compañía de los ‘royals’.
Por otro lado, la esposa del rey Felipe tampoco quiso que asistiera su hija Leonor. Considera que un posado junto al resto de herederas al trono europeo no sería el mejor punto de partida para una monarquía que pretende ser sencilla y democrática.
La joven está a punto de terminar su primer curso en el UWC Atlantic College, donde ha encontrado un poco de libertad en medio de sus obligaciones institucionales.