Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera siguen enfrentados por la herencia de Paquirri y por la venta de Cantora. El conflicto que estallaba hace poco más de un año alejaba definitivamente a madre e hijo. Mientras Kiko se ha dedicado a criticar a su madre por las revistas y los platós, Isabel Pantoja se ha recluido en Cantora.
Únicamente dejó entrever sus impresiones al respecto en el concierto que dio hace unos días en Jerez de la Frontera.
Allí lanzó mensajes al público cargados de significado. "Y tú viviendo con ella, que nunca te ha querido", en referencia a Irene Rosales, la mujer de Kiko. "Te he cantado bajito muchas nanas, muchas nanas", para Kiko.
"Somos los que somos y estamos los que tenemos que estar" fue su frase más comentada. Isabel está prácticamente sola, pero ha expulsado de su vida los amigos más interesados y que no querían más que su fama.
Kiko no se ha quedado corto y le ha lanzado mensajes demoledores en varias entrevistas. La situación parece irreversible, pero madre e hijo querrían volver atrás y llevar de otra manera el conflicto por la herencia familiar.
El reencuentro de Kiko e Isabel Pantoja podría producirse en octubre
Madre e hijo tienen intereses económicos contradictorios, pero la venta de Cantora podría poner fin a este conflicto, por lo menos en parte. Vender la finca serviría para acabar con las deudas y para ofrecer solvencia a la familia. Se pierde la finca familiar (o parte de ella) pero se gana en tranquilidad y calidad de vida.
Además, se abre la puerta a una posible reconciliación familiar o por lo menos, entre madre e hijo. Agustín, el hermano de Isabel y otro de los puntos de discrepancia entre padre e hijo, quedaría al margen).
Esta reconciliación, o las bases para ella, pueden ponerse en unas semanas. La boda de Anabel Pantoja, sobrina de Isabel y prima de Kiko, podría ser el escenario para que madre e hijo se vieran las caras. Llevan meses sin hablar e Isabel tampoco ve a sus nietos.
Este distanciamiento duele a ambas partes y pasada la rabia inicial, el entorno de unos y otros aboga para que puedan volver a reencontrarse. Por lo menos, hablar.
Anabel Pantoja es muy familiar y ha invitado a toda la familia a su enlace.
De hecho quiere que sea su primo Kiko el que la lleva al altar. También está ilusionada con que su tía Isabel vaya al enlace. Por supuesto, estará también Isa P, hermana de Kiko, con Asraf.
Anabel quiere una boda íntima y ya ha vendido la exclusiva
Anabel y Omar Sánchez se casarán en la playa, en La Graciosa (Las Palmas). En 2022 quiere hacer otra boda religiosa en Sevilla, con cientos de invitados y a lo grande. Así lo contó al confirmar que su padre, Bernardo Pantoja, no estará en la boda de este otoño en Canarias.
Ante la estupefacción de sus compañeros de Sálvame, Anabel explicaba que los problemas de movilidad de su padre le impedían llegar a la playa por lo que se quedaba en casa. El hermano mayor de Isabel Pantoja ya asistirá a la fiesta en Sevilla, a pesar de ser el padre de la novia. Es por esto por lo que Kiko está invitado a ejercer de padrino de Anabel.
Otro aspecto que motiva que vayan todos a la boda es el económico. Anabel ya tiene apalabrada la exclusiva de su boda con una revista. En estos casos hay precios distintos en función de los invitados.
En este sentido, si se produce la esperada foto entre Kiko e Isabel, el precio de la exclusiva es mucho mayor. Lágrimas, abrazos y muestras de afecto se cotizan al alza y todos pueden ganar un dineral si se dejan ver juntos en este día especial.
¿Qué harán Isabel e Irene al verse?
¿Kiko y Agustín se saludarán si coinciden en la boda?
¿Madre e hijo se abrazarán?
¿Y los nietos de Isabel, tendrán foto con su abuela?
Cada una de estas imágenes hace subir unos cuantos miles de euros el precio que la revista pague por el reportaje. Acostumbra a pactarse antes todo lo que pasará e incluso, los beneficios de la exclusiva podrían repartirse entre los distintos miembros de la familia. Y todos contentos.
"Mi madre solo se mueve por el dinero", afirma Kiko Rivera
No sería la primera vez que Isabel Pantoja y su hijo Kiko hablan de las negociaciones de sus exclusivas. Según Kiko, Isabel siempre pacta sus ingresos aparte, ya que su caché es el más elevado de la familia. Así lo hizo, por ejemplo, en la boda de Kiko, tal como él relató en televisión:
"Me dijo que si no cobraba ella la exclusiva, no venía a mi boda. Me dijo que venía a mi boda, pero que no me llevaba al altar. Le dije: negocia lo que tú quieras, lo único que quiero es que vengas al día más importante de mi vida"
Según el DJ, Isabel Pantoja se llevó su parte y él la suya.
La expectación por ver a madre e hijo juntos es aún mayor ahora. Es probable que Isabel Pantoja esté moviendo ya los hilos para saber qué podrían pagarle de ir a la boda. Kiko también sabe que su presencia elevará el caché y Anabel, lo mismo.
A juzgar por los antecedentes familiares, el precio de esta exclusiva es motivo más que suficiente para que vuelvan a reunirse ante los focos. Aunque sea momentáneamente, para seguir con la guerra familiar después.