Raquel Bollo se ha convertido en la mano derecha de Isabel Pantoja, ya sea para bien o para mal. Así, su papel en la vida de la tonadillera está siendo determinante en situaciones como el conflicto con su hijo, Kiko Rivera.
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De hecho, la ex de Chiquetete habría estado dispuesta a todo para lograr por fin un acercamiento entre el Dj y su madre. Y más tras el fallecimiento de Doña Ana.
Bollo llegaba a Cantora hace unos días dispuesta a enfrentarse con Agustín Pantoja o a quién hiciese falta para propiciar que Pantoja estuviese al lado de sus hijos en uno de los peores momentos.
Tras descubrir que supuestamente su madre le negaba el acceso a la finca y a poder despedirse de su abuela, Kiko volvía a explotar. Sin embargo, nuevamente la actuación de Raquel le hacía recapacitar y pensar en que su presencia era necesaria.
Ese gesto era el que hacía que dejase la isla de La Graciosa, donde se había desplazado junto a su mujer y sus hijas para asistir a la boda de Anabel. Y así pusiera rumbo a Cantora, donde hace más de un año que no entraba.
Su sorpresa fue mayúscula al descubrir que le recibían con los brazos abiertos y escuchar de boca de su madre que hace tiempo que esperaba ese reencuentro.
Tras esos momentos tan duros, tanto Chabelita como Anabel Pantoja volvían a Canarias para seguir adelante con el enlace de la sobrinísima. Al igual que Raquel Bollo, que asistía acompañada de su hija Alma.
El papel que ha jugado Raquel Bollo en la reconciliación entre Kiko Rivera y su madre
Era ahí donde daba pistas sobre cómo había ido ese cara a cara entre Isabel Pantoja y su pequeño del alma.
"Está como cualquier hija que pierde a una madre tan importante para ella", explicaba sobre el estado de su amiga. "Kiko está igual. Para Kiko no era solo una abuela, era también como una madre", añadía.
Además, aseguraba entender la reacción del Dj. "Lo entiendo perfectamente, son muchos sentimientos encontrados. Hay que meterse en su cabeza y es normal. Ya no solo por las circunstancias en las que se reencuentra con su madre, sino por el motivo de ese reencuentro. Es normal que esté hecho polvo y no tenga ganas de celebrar una fiesta".
Y, para sorpresa de muchos, se mostraba muy optimista ante una posible reconciliación. "Llevaba tiempo sin verla, pero la conexión nunca se ha perdido".
"Sabéis cómo soy y, a pesar de lo que se pueda decir, yo sé lo que hay y lo que no hay. A mí lo que diga la gente hace mucho tiempo que me dejó de importar".
Raquel también dejaba muy claro que ella siempre ha sido bien recibida en Cantora. "Si voy y soy bien recibida, perfecto".
"Pero si hubiera ido y no hubiese sido bien recibida, cosa que yo sabía que no iba a pasar, me hubiera ido y ya está. Además, respetando y entendiendo. Cada uno en esos momentos de intimidad es libre de vivirlo como quiere".
Ella aseguraba sentirse satisfecha, ya que "aunque haya sido en un momento feo, madre e hijo han estado y que ojalá todo fluya. Es lo que quiero, por lo que he luchado y lo que he intentado desde el minuto uno. Se ha conseguido y eso a mí me hace feliz".
"Tengo esperanza y va a pasar, no sé el tiempo, pero va a pasar", opinaba sobre una posible reconciliación.
"Lo dije en su momento. Hay algo que es naturaleza. Ellos son madre e hijo, y por un motivo o por otro, la vida es muy larga y es una cosa que se tiene que solucionar", sostenía.
"Tendrán que hablar. Ahora mismo les ha unido un dolor grande. Isabel ha perdido a una madre y Kiko ha perdido a una abuela y madre".