Las continuas provocaciones del príncipe Harry le han terminado pasando factura en la relación con su hermano Guillermo.
Ambos siguen en pie de guerra a pesar de que todo indicaba que habían empezado a acercar posturas. Por tanto, todo eso confirma que el reencuentro que tendrá lugar por el 60 cumpleaños de su madre, será tenso, frío y difícil.
Algo que contrarresta mucho con las imágenes que ofrecieron durante el funeral del duque de Edimburgo, cuando pudimos ver a los hermanos charlar alegremente. En gran parte gracias a Kate Middleton, que se ha esforzado por mediar entre su cuñado y su marido.
Según narra el diario británico Daily Mail, poco después los hermanos protagonizaban una fuerte pelea.
"Allí estaban, echándose a la garganta del otro tan ferozmente como siempre. La rabia y la ira entre los dos se han vuelto increíblemente profunda. Se han dicho demasiadas cosas duras y hirientes", señala una fuente cercana.
Al parecer, el desencuentro entre ambos comenzó después de que Guillermo desconfiara de su cuñada, Meghan Markle, lo que propició su salida de la Casa Real. Y a eso se suma que ambos decidieran conceder su polémica entrevista a Oprah Wenfrey en la que dejaban por el suelo el prestigio y los valores de la Institución.
Las mentiras de Harry y Meghan pasan factura
Eso, sin contar con que ya han comenzado a destaparse algunas de las mentiras que Harry y Meghan llegaron a contar en su famosa entrevista. Por ejemplo, que el príncipe Carlos jamás les cortó el grifo económicamente hablando.
De hecho, desde Clarance House han explicado que se siguió financiando a los duques de Sussex meses después de que decidieran apartarse la monarquía. Mientras que, por su parte, Harry aseguraba que desde entonces vivía con los ahorros que le había dejado su difunta madre.
"No reconocería que son dramáticamente diferentes. Todo lo que puedo decirte son los hechos", respondía el portavoz de la familia real al respecto.
Según señala dicho portavoz, el príncipe de Gales continuó apoyando a su hijo y a su nuera con sumas sustanciales hasta el verano de 2020. Una cantidad estimada en unos 4,4 millones de libras destinada a mantener a la familia, aunque Harry y Meghan dependen económicamente de sí mismos.
Una mentira que se suma a otra que ya pronunció Meghan. Ella aseguraba que antes de celebrar su boda frente a millones de personas, lo cual definía como un 'espectáculo', habían decidido casarse en la intimidad y contando con la mera presencia del arzobispo de Canterbury.
Al parecer, el deseo de la pareja era declararse amor eterno en privado. Sin embargo, el propio arzobispo lo desmentía, alegando que jamás había llevado a cabo dicho acto.
"Meghan está claramente confundida o no ha sido bien informada. La licencia especial solo les permitía casarse en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor en el día fijado".
Aunque, también se han puesto en duda otras afirmaciones de Markle. Entre ellas, que no sabía nada de la monarquía británica, algo que cuesta mucho de creer. Al parecer, a la entonces actriz siempre le atrajo la figura de la princesa Diana.
Lo que está claro, es que Harry siempre ha intentado proteger a su mujer de sufrir el mismo destino que su madre. Y eso le ha llevado incluso a darle la espalda a su familia, llegando a asegurar que su vida era "una mezcla entre El show de Truman y estar en un zoológico".
"Pensaba que mi familia me ayudaría, pero todas las peticiones, todas las señales encontraron un silencio o una negligencia total. Pasamos cuatro años tratando de que funcionara. Hicimos todo lo que pudimos para quedarnos allí y seguir haciendo nuestro trabajo", les reprochaba.
Sin embargo, y a pesar de sus disputas, lo que sigue predominando entre Harry y Guillermo es el amor que sienten por Lady Di.
"Es el momento para reconocer el impacto positivo que supuso su figura para el Reino Unido y para el resto del mundo", declaraban los hermanos en un comunicado conjunto.