Primer plano de la infanta Cristina con rostro serio

Qué pasará con la Infanta Cristina tras su divorcio: a un paso de volver a Zarzuela

La Infanta Cristina se alegra al saber que los reyes Felipe y Letizia podrían reabrirle las puertas

La Infanta Cristina sabe que su futuro está en el aire ahora que ha anunciado su ruptura con  Iñaki Urdangarin

"De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean", rezaba el comunicado emitido por la pareja.

Mientras tanto, Urdangarin "tendrá que hacer frente a varias complicaciones entre las que se encontrará la vuelta al mercado de trabajo".

Según comenta Pilar Eyre en Lecturas, "Iñaki tendría difícil la reinserción laboral. El chico de oro en la actualidad podría estar vinculado al Barça, por ejemplo, donde tan brillante carrera tuvo y tantas amistades forjó".

Montaje de la Infanta Cristina con una portada de la revista Lecturas
La Infanta Cristina, sola tras la ruptura con Iñaki Urdangarin | ¡Hola!

"O podría ser un empresario respetado, si no hubiera hecho caso de ciertos cantos de sirena…", señalaba la periodista en su blog.

Además, según Eyre, el despacho de asesoría fiscal al que va en la actualidad podría haberse cansado de la gran atención mediática que recibe últimamente. 

Sin duda, una situación muy diferente a la que se enfrenta la Infanta Cristina, que tras haberse refugiado en su padre, Don Juan Carlos, tendría nuevamente las puertas abiertas en Zarzuela.

"Padre e hija, que no son de natural afectuosos y que suelen saludarse con un beso en la mejilla, estuvieron abrazados largo rato", comentaba sobre el tierno reencuentro familiar.

Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han tomado caminos separados | GTRES

"El Rey se mantuvo firme en varios asuntos: preocupación por los nietos, dejar arreglado el tema económico y conocer los movimientos de Iñaki".

Al emérito le dolerían "la humillación pública y el sufrimiento de Cristina". Pero, "aunque Iñaki ha sido un mal marido, es cierto que es un buen padre y sus hijos le adoran, más incluso que a la madre".

Los hijos son, sin duda, la gran preocupación de la pareja, sobre todo por cómo este tema puede afectarles.

El futuro que le espera a la Infanta Cristina 

Según Pilar Eyre, "el más vulnerable es el mayor, Juan, que sufrió 'bullying' en el colegio cuando empezó el caso Nóos y necesitó ayuda médica".

Era su hermano Pablo el que rompía el silencio y afirmaba que "es una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y juntos, como siempre hemos hecho". Además de asegurar que se iban a querer igual.

Por otro lado, toda esta situación habría llevado a que  Felipe  y  Letizia pudiesen perdonarle a Cristina los errores del pasado y aceptarla otra vez como miembro de la familia.

"Libre, independiente, y seguramente viviendo en Madrid con sus hijos y quizás recuperando el trato con su familia de sangre, se va a convertir en un foco informativo de primera clase", opina Eyre. 

Infanta Cristina y Letizia
Letizia podría volver a abrirle las puertas de la Zarzuela a su cuñada, la Infanta Cristina | GTRES

"No se le devolverá el título de duquesa, claro está, pero tal vez empezará a participar en actividades semioficiales junto a su madre y su cuñada, con la que en tiempos tuvo tan buena relación".

Eso, sin contar con la fortuna que obtendrá el día que su padre fallezca. "El día de mañana será una mujer muy rica".

"Continuará haciéndose cargo de sus hijos con su sueldo (400.000 euros anuales) de la Fundación Aga Khan, como hasta ahora".

Eso, mientras que Iñaki  está arruinado y "trabaja por 900 euros al mes". Sin embargo, a Don Juan Carlos no le conmueve en absoluto su precaria situación financiera. "A ese, ni un duro", habría sentenciado.

Queda claro que Urdangarin se ha convertido en persona 'non grata' dentro del núcleo de la familia real. 

El exduque de Palma sentiría que ha terminado pagando los platos rotos del conflicto. Y, de momento, se resigna a acudir con normalidad a su puesto de trabajo en Vitoria. "Ya está todo dicho, no hay más que decir", manifestaba.