La relación entre Gloria Camila y Rocío Carrasco lleva años rota. Y los motivos de ese distanciamiento siguen generando debate.
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La hija de Ortega Cano defendía que era su hermana la que había ido distanciándose poco a poco del resto de la familia. Además, aseguraba que a día de hoy ya ni quiere ni busca ese afecto de hermana que se le ha negado.
La joven insiste en que su relación es inexistente, una opinión que no parece haber cambiado con la emisión de la docuserie.
Gloria Camila le planta cara a su hermana
Gloria Camila sigue manifestado que ella está "muy bien con su familia, con los que han estado siempre a su lado". Y en su momento, aseguraba no entender el motivo de esa ruptura, ya que la relación siempre había sido buena.
"Yo hubiese tenido una conversación con ella hace mucho tiempo, ahora he hecho mi vida, estoy con mis hermanos, con mi padre...", manifestaba en Volverte a ver justo hace poco más de un año.
"Si hay que tenerla, se tiene, no tengo problema. Pero no la busco, yo estoy muy bien y con los que de verdad han estado desde siempre", reivindicaba.
"Era buena, nos queríamos, además mi sobrina, que es de mi edad, nos hemos criado desde pequeñas juntas. Ella estaba en casa y yo el recuerdo que tengo es bueno, no sé qué pudo pasar para que desapareciese ese buen rollo", señalaba la hija de Ortega Cano.
El verdadero motivo del distanciamiento entre Rocío Carrasco y sus hermanos
Por su parte, Rocío Carrasco explicaba que era su ex, Antonio David Flores, el principal responsable de ese distanciamiento. Así, remarcaba que se veía incapaz de acercarse a nadie que haya dejado embaucar por las artimañas del exguardia civil.
"A mis hermanos les quiero mucho, pero sigue estando la figura central en mitad de todas las relaciones que yo pueda tener. Entre otras cosas, no tengo relación con mis hermanos por la que tienen ellos con Antonio David. Esa es la razón más importante"
Aunque también ha habido quien se atreve a insinuar que "Rocío nunca se ha sentido vinculada a esos niños. En el momento en el que llegaron a España ella ya tenía una familia. No vivía con su madre ni con su marido, Ortega Cano".
"Ella tenía sus propios problemas con sus hijos, en concreto con uno. También tenía problemas en su matrimonio y la adopción fue una decisión más de Ortega que de su madre", sostienen.
"Tras la muerte de su padre y la enfermedad de su madre, que fueron casi cuatro años, ella no tenía contacto con esos niños".
Una versión que difiere mucho de la que enunciaba la propia Carrasco en su documental, donde explicaba que seguía teniéndoles mucho cariño a sus hermanos.
Gloria Camila, dispuesta a sentarse a hablar con Rociíto
Ahora que el huracán de Rocío Carrasco ha decidido arrasar con el clan de los Mohedano, ambas hermanas han llegado hasta el punto de enfrentarse en los juzgados.
Y es que Gloria Camila no está dispuesta a permitir que ensucien la memoria de 'la más grande', ni que hagan daño a la persona más importante de su vida: su padre.
"Con mi hermana llevo ya ocho años sin hablar. Así que decido ir al juzgado y exigirlo de forma legal", revelaba acerca de la última vez que habían hablado.
Y respecto a los famosos escritos que Carrasco promete enseñar en la segunda parte de sus docuserie, la joven deja claro que "esas son reflexiones sobre su intimidad y privados que no hizo en vida".
Justo por eso, no considera "que ahora no deben hacerse públicos. La memoria e integridad de una persona deben respetarse aunque no estén en vida".
Además, Gloria deja claro en una reciente entrevista que su padre no ha tenido nada que ver. "No ha sido por él. Y en el caso de que así fuera, ¿qué sucede? ¿Por qué hay que juzgar?"
"Simplemente lo he hecho en mi calidad de hija. Tengo ese derecho a saber antes de que se hagan públicos unos escritos de mi madre que son privados. Ella no está, y por lo tanto soy yo la que quiero mantener su intimidad".
Y, a pesar de todo, incidía en su intención de sentarse a hablar con Rociíto. "Si el día de mañana quiere hablar y tiene las ganas de hacerlo, yo no seré la que diga que no. Ya no busco nada".
"Creo que al final los hijos son todos los mismos aunque no seas de sangre. El cariño se da igual. Ya dije el otro día que somos tres hijos, y aunque ahora mi hermano José Fernando no puede, yo sí", zanjaba defendiendo sus derechos.
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