En el año 1984 Isabel Pantoja se convirtió en la viuda de España, después de que su marido, el torero Francisco Rivera (Paquirri), muriese a causa de una cogida en la que fue su última corrida en Pozoblanco. En esa tarde en la que compartió cartel con el Yiyo y el Soro, el torero recibió una cornada que aunque en un primer momento se creyó que no sería motivo como para que acabara con su vida, finalmente la intervención se complicó y acabó falleciendo a los 36 años de edad.
Según ha contado Teresa Rivera, hermana del difunto, su hermano volvía de América después de haber hecho toda una gira y a pesar del cansancio que acarreaba, decidió participar en esta tarde torera en Córdoba y que se acabó convirtiendo en su última faena. Cuando este se encontraba trabajando en el extranjero se comunicaba con su hermana por teléfono y descargaba en ella la rabia que le despertaban muchas de las conversaciones que tenía con su mujer Isabel Pantoja, confesándole que cuando volviese a España quería acabar con esa relación tan tormentosa.
En esta misma línea también se ha referido Vicente Ruiz Soro, el único torero que sobrevivió en la corrida de Pozoblanco. Este, además de ser compañero de profesión también era amigo personal de Paquirri y gracias a su testimonio hemos podido saber que la relación entre el torero y la tonadillera no era nada buena. Soro ha contado que un día iba en el coche con Paquirri y que este empezó a acelerar el coche, alterando mucho a su amigo y que no entendía el por qué de la ira y la rabia del que era el marido de la Pantoja.
En ese momento, una rama de un árbol impactó contra la luna del vehículo y fue entonces cuando se pararon el coche y Paquirri se abrió con él para contarle lo que le estaba ocurriendo. Los dos, sentados en una cuneta de la carrera, empezaron a hablar de lo mal que estaba la vida de Paquirri, confesando que no era feliz y que en su casa las cosas no iban como a él le gustaría.
El éxito de Paquirri en las plazas no se trasladaba en su vida privada
A la vez que la carrera del torero estaba en su mejor momento, ganando más de 60.000 euros por corrida, teniendo a un público muy entregado y que no permitían dejar ni una sola localidad libre en cada una de las tardes que toreaba. Su familia se desmoronaba y su matrimonio con Isabel Pantoja complicaba mucho la relación de Paquirri con todo su entorno, algo que de nuevo ha confirmado Soro, contando que cuando su compañero de batallas falleció él ya llevaba tres días sin hablarse con Isabel Pantoja.
Según parece, la relación de Isabel Pantoja con la familia de su difunto marido nunca ha sido buena. Teresa Rivera ha contado algunas de las mentiras de la tonadillera y que utilizó para intentar separar a su marido de sus hermanos. En el caso de Teresa, Isabel Pantoja la acusó de haber comprado un vestido de gitana y de haberlo cargado a su cuenta. En cambio, Teresa ha contado que el vestido lo compró Isabel y luego hizo ver que había sido ella para intentar dejarla en evidencia ante el torero. El embrollo se solucionó llamando al modisto del vestido y que acabó confirmando la explicación de Teresa, contando que el vestido lo había comprado la tonadillera y no su cuñada.
Los desplantes han ido mucho más allá, también Isabel Pantoja prohibía que sus sobrinos entrasen en la finca para bañarse cuando su tío no se encontraba en Cantora. La cantante tenía unas órdenes muy claras, en las que prohibía al personal del servicio acceder a nadie de la familia Rivera, algo que no se correspondía cuando se trataba de su familia, los Pantoja, que des de siempre han estado dentro de la casa y que aun a día de hoy, viven dentro.