Leonor sigue desde la distancia con mucha atención todo lo que sucede en su país. Pero también está al tanto de todos los movimientos que se producen en Zarzuela. El último tiene como protagonista a su abuelo.
Hace unas horas se conocían los planes de Juan Carlos, que tendrá la oportunidad de regresar a España, pero respetando una serie de condiciones. El rey le ha abierto las puertas, pero siempre que no fije su residencia y sus estancias no impliquen un gasto adicional a la institución. Fueron muchos meses de tiras y aflojas entre las dos partes.
Leonor ha visto como la Fiscalía del Tribunal Supremo archivaba las investigaciones contra el emérito, algo que era imprescindible para facilitar su vuelta. La propia Casa Real publicó un comunicado que reproduce el escrito remitido por Juan Carlos a su hijo. En él expresa sus intenciones de visitar el país aunque "no de manera inmediata", con viajes que tendrán siempre un carácter privado.
Dicha misiva puede considerarse un reconocimiento de los errores cometidos. En el verano de 2020, Felipe forzó su salida en vista del daño que le estaba provocando a la Corona. Habían salido a la luz detalles sobre su fortuna oculta y ciertas irregularidades sobre dicho dinero.
Un año y medio después acceden a su regreso, pero tratando de controlar en todo momento sus movimientos. En la carta remitida a Zarzuela señala que "me parece oportuno mi regreso a España, aunque no de forma inmediata". Por ahora, prefiere "continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad".
Explica que "como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a familia y amigos". Esto era algo que echaba mucho de menos, como se había encargado de trasladar a sus allegados.
El abuelo de Leonor no podrá permanecer en su país todo el tiempo que le gustaría. Detrás de esa decisión se esconde una razón de fiscalidad. En el caso de que permaneciera más de seis meses aquí debería tributar a Hacienda, y al carecer de ingresos conocidos no desea hacerlo.
No hay que olvidar que Felipe le retiró la asignación presupuestaria hace un par de años. De no ser así, lo más probable es que su padre hiciera las maletas de nuevo para establecerse de manera definitiva en España. Ese era su gran deseo, pero al retirársele la manutención no puede justificar el origen de su dinero.
Continuaba su carta diciendo que le "gustaría así culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad". También desde "la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido". En 2019 comunicó su postura de abandonar la vida pública y "así lo seguiré haciendo".
Leonor ve como su padre sale victorioso
Leonor aprecia como Felipe ha salido ganador en esta batalla. Consiguió mantenerlo alejado un tiempo y ahora le ha impuesto una serie de condiciones para regresar a Madrid. Y es que cuando vuelva no podrá quedarse en la residencia de los reyes.
"Tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España" tiene clara una cosa. "Es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado", apunta el emérito.
Por lo tanto, desean que la estancia del abuelo de Leonor resulte lo más discreta posible, sin posibilidad de realizar ningún tipo de vida pública. Ante la negativa del rey de alojarle en Zarzuela salió a la luz la posibilidad de hospedarle en alguna residencia que fuera patrimonio del Estado.
Pero el padre de Leonor no quería que generase ningún gasto adicional a la institución. Sobre todo por el revuelo que eso podría generar entre los antimonárquicos. Por eso han visto con buenos ojos que en sus viajes a España permanezca en residencias privadas, al margen de ellos.