Karina, a sus 75 años, se resiste a dejar la música. Confiesa que en alguna ocasión le han puesto "palos en las ruedas", pero eso no fue un impedimento para que continuara con su carrera. Se muestra optimista con todo lo que está por llegar, aunque la edad empieza a hacer mella.
"Si no hago más cosas es porque ya no me siento con muchas fuerzas", señala la eurovisiva. Descarta que sea "porque ya no me llamen". Agradece a los seguidores y a los empresarios que siempre confiaran en ella, que "hayan contado conmigo desde mayo hasta octubre".
Karina presenta estos días su autobiografía Aquel tiempo de entreluces. Con motivo de este estreno, concede una entrevista a El Español, donde hace un repaso a su trayectoria, pero también desvela detalles de su vida personal.
Son muchos los años que lleva subida a un escenario. Cuando se le pregunta sobre si ha invertido correctamente sus ahorros, ella tiene claro que sí. El problema es que "el dinero no se reproduce, si vas tirando de él y no vas ingresando, se acaba".
En su caso, confiesa que tuvo "gastos grandes" a causa de "una serie de temas judiciales y una enfermedad". Tuvo un cáncer de tiroides que le obligó a pasar por el quirófano. "Me lo hicieron en la clínica de Pamplona, donde estuve cerca de veinte días ingresada", señala.
A ello, se le añadirían revisiones periódicas durante "cuatro años", hasta que, finalmente, "me dijeron que solo tenía que ir si me sentía mal". Desvela que no ha vuelto a tener nada y que, con cierta frecuencia, se realiza una analítica y una revisión en profundidad. "De momento, estoy bien", aclara.
Karina, como le ocurrió a muchos artistas, ha comprobado como la pandemia le pasaba factura a la gente del mundo de la cultura. En alguna ocasión, lamentó la falta de ofertas que tenía para actuar. Ella cuenta que está "jubilada y tengo mi pensión".
Los dos últimos años han sido complicados. "Como bien nos dicen los políticos, se trata simplemente de ajustarse el cinturón, aunque ya no tengo agujeros donde apretar más", añadía. Explica que ha hecho algo de televisión y realiza vídeos de Instagram.
"Las televisiones se hacen eco de lo que publico ahí y, entonces, de vez en cuando, me llevan a algún programa", cuenta. Se define como una "persona un poco camaleónica", que se adapta sin problemas a las circunstancias. También admite que tampoco se permite demasiados caprichos.
"El mayor lujo que me he permitido en mi vida ha sido el de viajar. Cuando mis nietos sean un poquito mayores, haremos viajes maravillosos, porque a todos nos encanta París", subraya.
Karina descarta iniciar una gira musical
Karina, pese a todo, señala que "el dinero no lo es todo" en la vida. A ella le llegaron a ofrecer 6000 euros por el vestido que lució durante su actuación en Eurovisión. Es partidaria de tenerlo en casa, "donde puedo verlo y abrazarlo cuando yo quiero".
Su último trabajo musical lo estrenó poco antes de que estallara la pandemia. A estas alturas de la vida, descarta embarcarse en una gira musical al considerarlo algo "muy duro".
Tiene previsto implicarse en un nuevo proyecto profesional con su ex Carlos. La intención es "adaptar mi biografía y convertirla en un musical, donde yo me subiría al escenario y contaría mi vida, cantando mis canciones".
Karina confía en que pueda ver la luz en octubre o noviembre. Su idea es estrenarlo en Madrid. Entre risas, señala que "sería un proyecto interesante desde el punto de vista publicitario, por el hecho de verme con mi ex".