Tras tres años de matrimonio, Pelayo Díaz y Andy McDougall decidían tomar caminos separados. Sin embargo, ambos prometían seguir uno en la vida del otro profesándose ese cariño que aseguran siguen teniéndose.
"Te quiero en mi vida para siempre, quiero verte crecer, triunfar y volver a enamorarte porque esa sonrisa tuya es demasiado bonita para perderse en la rutina", confesaba Pelayo en una emotiva carta dedicada al que fuese el hombre de su vida.
Así, el diseñador rompía su silencio y quiso hacer partícipes a sus seguidores de esta nueva etapa de su vida. Ya que, tal y como el mismo señalaba, ellos estuvieron en los inicios de su relación y es justo que también lo estén ahora.
"La vida es imprevisible y eso es, a partes iguales, lo más bonito y lo más aterrador. Compartí con vosotros mi ilusión cuando Andy apareció en mi vida", comenzaba explicando hace apenas un mes.
"Fuisteis testigos de nuestra historia de amor y nuestra boda, así que me parece justo contaros también, aunque me duela, que hoy estoy triste porque el amor se ha ido pero la magia se queda", proseguía.
"Se que a través de Instagram la vida parece muy fácil y muy bonita. Y lo es, pero también hay una parte más privada que no siempre muestro", aseguraba mostrando su lado más vulnerable.
"Pelayo no es solo desfiles, fiestas y viajes. Pelayo es sofá y manta con la mirada pérdida también. Llevo días preguntándome qué ha fallado, qué hemos hecho mal o qué cambiaría".
"Y aunque encuentre alguna respuesta la realidad es la que es: Que no soy perfecto. Que apuesto, que quiero con intensidad, que caigo pero me levanto y que vivo sin miedo. Y que una relación como la nuestra se merece una carta de despedida".
De esa forma, el que fuese estilista en Cámbiame quiso abrirse del todo y dedicarle unas bonitas palabras al que fuese su marido.
"Estoy muy orgulloso de nosotros, del amor y del respeto que nos tenemos. De como empezó y de como seguirá, porque aquí no se acaba", escribía.
El estilista se confiesa con sus seguidores
"Mira, no sé cuál es el siguiente paso, pero de lo que estoy seguro es que nos tendremos cerca. Te quiero en mi vida para siempre, quiero verte crecer, triunfar y volver a enamorarte porque esa sonrisa tuya es demasiado bonita para perderse en la rutina".
Y dejaba claro que a pesar de que habían decidido tomar caminos separados, Andy iba a seguir muy presente en su vida.
"Hoy estoy triste porque el amor se ha ido, pero la magia se queda. Llevo días preguntándome qué ha fallado, qué hemos hecho mal o qué cambiaría", asegura Pelayo.
"Afortunado el que venga después, y, aunque me duela y a veces sea duro, aquí estaré siempre", remarcaba sobre la posibilidad de que McDougall rehaga su vida con otra persona.
Sobre los motivos que llevaron a la ruptura de la pareja, programas como Socialité se atrevían a aventurar que podría deberse decido a una tercera persona.
De hecho, hubo un testigo que acusaba a Pelayo Díaz de haberle sido infiel a Andy repetidas veces.
"Ha intentado ligar con otros chicos estando aún con Andy. Le vi en una discoteca dándolo todo, besándose a saco con otro chico sin cortarse un pelo".
La misma fuente mantenía también que el estilista ligaba con otros chicos a través de su cuenta de Instagram. Aunque siempre cabe la posibilidad de que el matrimonio mantuviera una relación abierta.
Lo que está claro es que la llegada de Andy a la vida de Pelayo, trastocaba todos sus planes. Y así lo confesaba. "Yo lo tengo clarísimo. Yo iba a ser padre antes de conocer a Andy. Mi interés máximo era ser padre, era lo que quería. Después conocí a Andy".
"Nos esforzamos en que vaya bien. Hay veces en que la relación se podría ir al garete. Es difícil", asumía el diseñador.
Y nunca ha ocultado que habían pasado por 'pequeñas crisis' y las había superado, "A veces, he tenido que ir a meter la cabeza debajo de la almohada y gritar, luego peinarme y bajar al salón como si no pasara nada. Andy es un trozo de pan, otro ya me habría mandado a tomar viento".