La televisión ha enriquecido a Pablo Motos. El presentador de El Hormiguero lleva al frente de este formato trece años y las cadenas se lo han llegado a rifar. La sociedad que lo gestiona factura al año unos 30 millones de euros, con unos beneficios que llegan a los 10 por ejercicio.
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El camino para llegar hasta ahí no ha sido nada sencillo. Empezó desde lo más bajo, limpiando cristales en el hospital donde trabajaba su padre. Ahora puede presumir de estar entre los mejores pagados en la pequeña pantalla.
Pablo Motos y sus hormigas irrumpieron con fuerza en Mediaset en 2008. Los resultados le acompañaban y el programa tenía todos los ingredientes para seguir creciendo. Sin embargo, Vasile no lo vio así.
En aquel momento, la productora encargada de El Hormiguero era Gestmusic, que se encargaba de abonar 75 000 euros por espacio. Pero diferencias económicas acabaron rompiendo aquella relación. El comunicador de Requena solicitaba 90 000 euros por programa y un contrato de tres años.
Esas condiciones fueron vistas como muy desmesuradas por parte de la cadena. Después de un verano de negociaciones, en 2011 acaba mudándose a la competencia, a Antena 3. La oferta que recibió era irrechazable.
El presentador ha tratado de rodearse durante estos años de su gente de su confianza. Entre ellos se encuentran su pareja y las hijas de ésta. Toda su familia trabaja con él.
Laura Llopis, la pareja de Pablo, ocupa el cargo de jefa de guiones. Acumula una gran experiencia a sus espaldas, acompañando a su marido desde su etapa en Radio 80. En aquel momento tenían un espacio matinal que ya seguía un estilo muy similar al de El Hormiguero.
Pese a ser bastante discreto con su vida íntima, hace un par de años él desveló como se conocieron. "El desprecio más grande que te han hecho en la vida no es nada comparado con lo que ella me hacía a mí. Un día pensé que no podía morirme sin besarla", confesaba.
La oportunidad le llegó "gracias al frío que hacía en el estudio de radio donde trabajábamos. Una vez ella comentó que hacía mucho frío y yo salí corriendo y le compre un calefactor", contó Pablo Motos.
En aquel momento surgió el flechazo entre ellos. Pero no acabó del todo bien aquel día.
"Entramos en una rotonda y le pregunté si le gustaba o no. Ella me dijo: 'bueno'. Y ya no tomé ni la rotonda, me fui recto, paré y la besé", recordaba entre risas.
Además de su mujer, en el equipo de El Hormiguero también tienen cabida las hijas de ella, fruto de una relación anterior. Se tratan de Cristina y Laura Correa.
Integradas en el equipo de producción, una realiza labores de guionista a las órdenes de su madre, mientras que la otra trabaja en atrezzo.
Pablo Motos invierte en propiedades
Pablo Motos y su familia puede presumir de que la fortuna les sonríe en lo económico. En 2016 se mudaron a un piso del barrio de Salamanca por el que pagaron 1,5 millones. Tiene 300 metros cuadrados y se ubica cerca de El Retiro.
Pero el comunicador valenciano dispone de otras propiedades. En su tierra cuenta con una casa de campo, dos viviendas y dos fincas. En la capital también cuenta con un piso, que es donde se encuentran domiciliadas sus sociedades.
También ha realizado inversiones en el cabo de la Nao, en Jávea, que es el sitio escogido para disfrutar de sus vacaciones estivales. Allí, junto con su socio Jorge Salvador, dispone de unas villas en una zona exclusiva. Se tratan de parcelas de 800 metros cuadrados, con piscina y vistas al Mediterráneo.
Motos también es el administrador de otras empresas como Japala Japala. Se dedica a la realización de eventos, publicidad y contenidos audiovisuales. El capital social de esta compañía supera los 20 millones de euros, señala El País.
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