El Rey Felipe VI sigue reivindicando el papel de la Corona en los actos públicos a los que participa. El monarca español es consciente de la vital importancia de una monarquía sólida y firme como símbolo de una nación.
Es por ello que el último secreto que ha transcendido en torno a un supuesto divorcio real, ha dejado al Rey Felipe sin palabras.
También se han enterado del mismo la Reina Letizia y otros miembros de la monarquía europea. Y todo el mundo piensa lo mismo: "¿Y por qué no se divorcian?". Parece ser que en cuestiones de realeza y con el patrimonio y dineral que hay en juego, no es tan fácil hacerlo.
Carolina de Mónaco ha tomado una decisión sobre su matrimonio
Carolina de Mónaco es una de las princesas más conocidas en Europa y en el mundo. Después de casarse y divorciarse de Philippe Junot, la princesa vivió una trágica historia de amor.
El hombre de su vida y padre de sus tres hijos, falleció en accidente de barco. Años después Carolina encontraba de nuevo el amor junto a Ernesto de Hannover. Carolina y Ernesto se casaron en 1999 y tuvieron una única hija, Alejandra.
Pasaron pocos años hasta que empezaron los problemas en la pareja. Principalmente a causa de la afición de Ernesto a beber alcohol.
Numerosos episodios y escándalos de Ernesto de Hannover, a cuál peor, llevaron a Carolina a tomar distancia con su marido. Eso ocurría en 2009 y desde entonces, han llevado vidas totalmente separadas.
Carolina regresó a Mónaco, donde escolarizó a su hija y Ernesto permaneció en el hogar conyugal de Fontainebleu.
A pesar de que jamás han vuelto a vivir como un matrimonio lo cierto es que nunca han dado el paso definitivo de divorciarse.
Los motivos de esta decisión han transcendido y han dejado perplejo a más de uno.
Acuerdo económico para proteger a la hija de Carolina
Hay varios factores que han llevado a Carolina a aguantar estoicamente como la mujer de Ernesto de Hannover.
Según desveló la revista alemana Bunte, Carolina ha llegado a un pacto secreto con los hijos mayores de Ernesto (de otro matrimonio) para preservar el patrimonio familiar.
Por otro lado, está la herencia de Alejandra. Ernesto hace ya tiempo que tiene una nueva novia, una condesa con la que querría tener descendencia.
Si Ernesto se casara con ella y tuviera hijos, habría que repartir la herencia y peligraría buena parte de los bienes de la Casa Hannover.
Ernesto de Hannover ha agravado sus problemas con la bebida. El último episodio se produjo en Austria, donde terminó por enésima vez en el calabozo. Le dejaron en libertad condicional a cambio de rehabilitarse. A los pocos días volvía a las andadas.
Este mes de julio, Ernesto de Hannover se dejó ver en Ibiza. Con un aspecto totalmente demacrado, muy delgado y demostrando que no está bien.
Carolina, por su parte, ha optado por el silencio y la reclusión, dejándose ver únicamente si es estrictamente necesario por cuestiones oficiales. Serena y tranquila, ha tomado una decisión pensando en el futuro de la monarquía de su país.
Carolina de Mónaco es tan consciente como Felipe VI de España que la monarquía tiene sus necesidades y prioridades. La mayoría de las veces, hay que ponerlas por delante de aspectos individuales y de índole sentimental.
El día que Ernesto de Hannover dejó plantados a los Reyes de España
Una de las juergas más sonadas de Ernesto de Hannover, aún como pareja de Carolina de Mónaco se produjo precisamente en España. Nada menos que en la boda de Felipe y Letizia.
Carolina no pudo evitar la vergüenza pública al tener que reconocer que su marido no asistió a la ceremonia nupcial de nuestros reyes porque estaba 'durmiendo la mona' en el hotel.
Se alojaban en el hotel Ritz de Madrid y Ernesto llegó de madrugada con una tremenda borrachera que despertó a Carolina y a otros clientes.