Nadie dijo que ser concursante de 'Supervivientes' fuera una tarea fácil y en muchas ocasiones, el hambre no es el mayor problema para los aspirantes a ganar el gran premio final. En esta edición, el programa se ha renovado en cuanto a la mecánica y no todos los aspirantes han empezado el juego desde la isla. Pues un grupo de concursantes se encuentran viviendo en un barco encallado esperando que los espectadores los elijan para ingresar en la isla, algo que si no acaba ocurriendo los podría dejar lejos de la convivencia oficial y del mítico salto de helicóptero.
Mientras que en la isla los concursantes van sobreviviendo y se van apañando con lo poco que tienen, parece que la escasez de recursos en el barco encallado empieza a hacer mella y cada vez resulta más complicado seguir viviendo en ese espacio con cuchillos que sobrevuelan y enfrentan a supervivientes cada pocos minutos. De hecho, la convivencia está siendo tan dura allí que algunos de los habitantes del barco habrían decidido activar una estrategia un tanto turbia a espaldas del programa y que busca una clara reacción de los directivos del formato.
Los famosos están hartos de vivir con penurias en el barco, sin tener prácticamente opciones de pescar y aprovechar los recursos de la isla y de la arena, un territorio que solamente pueden pisar durante una hora al día, obligándoles a pasar las veintitrés horas restantes en la cubierta del barco, discutiendo los unos con los otros. Esto está machacando tanto los ánimos de los aspirantes y que ahora estarían intentando hacer reaccionar a los responsables del programa con una huelga encubierta.
Según Alexia Rivas, ella misma escuchó como Agustín Bravo le decía a Carlos Alba que lo que tenían que hacer era quedarse con los brazos cruzados y no dar contenido para las galas. Un hecho que dejaría al programa sin contenido y que los concursantes consideran que sería un motivo suficiente como para que sus jefes consideraran sacarlos de ese barco y moverlos a otro emplazamiento para que volviesen a reactivar su actividad dentro de la isla.
Sin embargo, el mítico presentador niega haber lanzado esta ruin propuesta a sus compañeros, pero no es solo Rivas quién lo acusa, también Lara Sajén le acusa de haber lanzado esta bomba en contra del programa y que estaría buscando parar la producción, sin reparar en que quizás esta falta de contenido podría hacer bajar las audiencias y por qué no, hacer que el programa se acabase suspendiendo y que todos tuviesen que volver a casa antes de tiempo.
Es el menos indicado
Agustín Bravo y debería mostrar un respeto mucho mayor que el de sus compañeros por esta profesión, parece que le da todo igual y decide emprender esta huelga de contenidos que si se mantiene en el tiempo, podría acabar suponiendo el final del formato. Carlos Alba, lejos de arreglar la situación, ha asegurado que no fue solamente Agustín y que muchos otros compañeros también propusieron quedarse con los brazos cruzados, dejando así al programa sin material para mostrarlo en la siguiente gala.
Es curioso que esta huelga la proponga Agustín Pantoja, uno de los concursantes más muebles de esta edición y que ya lleva más de dos semanas sin dar el más mínimo contenido. Un hecho que por lo tanto, no haría variar su contribución en el programa y que se limita en apariciones como personaje secundario en las escenas de sus compañeros y que con mejor o peor acierto, dan vídeos al programa que los ha contratado y que les ha dado la oportunidad de estar trabajando en un momento tan complicado, situándolos en una posición de privilegio y que muchos otros famosos pagarían por tener a cambio de intentar reflotar su economía y que se ha visto tan tocada a consecuencia de la pandemia.