Parece que ya ha pasado toda una vida desde que Paula Echevarría pronunciara aquel «en mi casa pasan cosas», con el que confirmaba que su crisis con David Bustamante era más que real. A eso le siguió un doloroso divorcio, del que ella salía reforzada, mientras a él le costaba levantar cabeza.
Pero, el tiempo cura las heridas, y ahora la pareja parece haber llego a un punto de estabilidad en el que cada uno ha rehecho su vida, -Paula al lado del futbolista Miguel Torres, junto al que espera la llegada inminente de su segundo hijo, y Bustamante con la bailarina Yana Olina, a la que conoció gracias a un programa televisivo-, y juntos comparten la crianza de su hija en común, Daniella.
Sin embargo, parece que hay detalles muy oscuros respecto a la ruptura de la pareja, los cuales desvelaba el ex asesor del cantante, Francisco Manjón. «Cuando cuente la historia, se va a juntar el cielo con la tierra», amenazaba.
De hecho, apuntaba que el matrimonio podría haberse separado en 2013, y no en 2016 cuando el asunto salió a la luz. «No os podéis imaginar la aútentica verdad de su historia con Paula, nadie lo ha sospechado nunca, yo tengo todo y ya veremos en qué sitio queda David y en qué sitio queda Paula».
Muy pocos detalles se conocen acerca de lo que pasó realmente entre la pareja para llegar a ese punto, puesto que ambos formaban uno de los matrimonios más estables del panorama famosil. Un amor que nació en Canarias en el año 2005. Un flechazo instantáneo que nació a raíz de que una amiga de la actriz quiso hacerse una foto con él.
Así, su relación parecía avanzar a pasos agigantados, ya que nada más conocerse se iban a vivir juntos y no tardaban en anunciar su compromiso. La pareja se daba el 'sí quiero' en el año 2006 en una bonita ceremonia celebrada en la basílica de Covadonga, en Asturias, la tierra natal de Paula.
El nacimiento de su hija Daniella, en agosto de 2008, les llenaba de felicidad, mientras la fama de Paula no dejaba de crecer como influencer, actriz y modelo, convirtiéndose en la imagen indiscutible de muchísimas marcas.
Así, a David y Paula siempre se les podía ver viajando, derrochando pasión y amor en redes sociales, y ejerciendo como los maravillosos padres primerizos de su niña, dando así la imagen de una familia perfecta. Pero, en 2013 algo se torció, y ya empezaban a sonar con fuerza los primeros rumores de crisis.
Unos rumores que se encargaron de desmentir a base de románticas instantáneas y escapadas familiares a Paris o Nueva York. De hecho, David fue el principal apoyo de Paula cuando perdió a su abuela. Así, la cosa parecía haberse calmado hasta que en 2016, nuevas suposiciones acerca de una inminente ruptura, terminaban con Paula hecha un mar de lágrimas durante un acto promocional y pronunciando su famosa frase: «En mi casa pasan cosas».
A pesar de ello, la pareja intentó mantener una buena relación por el bien de su hija, y acudían juntos, en paz y armonia a la Comunión de Daniella, donde incluso se les pudo ver bailando. Poco después, vendían la casa que habían compartido durante más de 10 años, y ella se construyó un nuevo chalet en la urbanización de Villafranca del Castillo.
Parece que el buen rollo se terminó en el momento en que Paula empezó una relación con Miguel Torres, a quien, -por cierto-, Bustamante conocía porque había salido en uno de sus videoclips, 'A Contracorriente'.
«Nos cansamos. Fui yo el que tomó la decisión de romper», arremetía el cantante en una entrevista. «Se han dicho muchísimas barbaridades y mentiras, y hasta ahora la verdad solo la sabíamos los dos. Fui yo el que no se sentía conforme y decidí irme a un piso... Es que, encima se ha dicho que me echaron de casa. A mí no me han echado de casa, tomé la decisión un tiempo y me di cuenta de que no había solución».
«Es mentira que Paula me dejara porque yo llevaba una vida desordenada, eso me ha hecho mucho daño. Soy responsable, buen padre y nadie puede negar que he sido buen marido», se defendía.
Ahora, Paula ya ha pasado página por completo, y espera con inmensa ilusión el nacimiento de su segundo hijo, el cual llevará el nombre de su novio, Miguel. Con él, se le ha abierto el cielo, y no duda en agradecerle el gran cariño y amor que demuestra por ella día a día.
De hecho, alguna indirecta le ha mandado a su ex, con frases como: «Tener al lado a alguien que te cuide todo el rato. Gracias Karma».
Y la que también se muestra más que ansiosa por verle la carita al bebé es su hija Daniella, que no puede esperar más para ejercer de hermana mayor, según confesaba la actriz.
«Me decía: Mamá, con lo impaciente que soy, tener que esperar nueve meses para ver a mi hermano... Se le está haciendo eterno».