La protagonista indiscutible de Supervivientes 2021 fue Olga Moreno, la mujer de Antonio David Flores.
Empezó como fichaje estrella del programa y terminó como ganadora del reality, uno de los mejor pagados de la televisión.
Cuando entró, lo hizo en plena tormenta familiar y tras el despido fulminante de su marido de Mediaset. Rocío Carrasco había acaparado todo el apoyo televisivo y social con su documental y Olga viajaba hasta Honduras para aislarse durante tres meses.
Sus palabras allí, con la tormenta perfecta aquí, se medían al milímetro y resonaban con fuerza en los platós. Era la antiheroína del culebrón, con su fiel escudera Rocío Flores haciendo lo propio. El debate estaba polarizado entre las mareas fucsia (Rocíito) y azul (Moreno).
Marta López se acerca a Olga Moreno en Honduras
Lo fácil entonces era aplaudir la valentía y la fuerza de Rocío Carrasco y acudir a los platós. Es lo que hicieron Belén Esteban o Miguel Frigenti. Sin embargo, Marta López, hábil como pocas por generar contenidos y ganar horas de tele, supo rentabilizar como nadie su paso por Supervivientes.
Allí se especializó en sacar información a Olga Moreno. Le hacía prácticamente entrevistas en la arena, con la excusa de la amistad y los lazos afectivos que crea luchar diariamente por la comida.
Marta sabía que las conversaciones con Olga eran oro puro para los programas en España. Tras 20 años de tele desde aquel Gran Hermano 2, ya conoce el percal y sabe qué vende y qué no.
También ha aprendido que tan importante es el que ‘vende’ como el conseguidor (que se lo digan si no a su gran amigo Kiko Hernández).
Marta y Olga se hicieron amigas inseparables en la isla, vaya. La audiencia expulsó a Marta (el público tiene una relación de odio-amor con ella) y con la estrategia diseñada, llegó su gran momento.
Marta López, la gran defensora de Olga Moreno frente a Rocío Carrasco
Marta se situó hábilmente en el extremo opuesto del ring, defendiendo a capa y espada a Olga Moreno y a su familia.
Así se garantizaba más presencia en los espacios de Telecinco, capitalizados por los defensores de Rociíto. El programa de Ana Rosa, bastión de los Flores-Moreno, ya contaba con la capitana Rocío Flores. Nada que hacer allí.
En Ya es mediodía, Marta ya tenía silla antes de Supervivientes y la mantiene, naturalmente. Y en Sálvame, donde son muy de Rociíto, ha tenido más horas de las previstas para dar voz a la mujer de Antonio David y así igualar un poco el debate
Le ha costado mantener el tipo allí, pero le ha salido rentable la jugada, sin duda.
Marta es una mujer que sabe que la tele es una carrera de fondo. Da vídeos como pocas, trae temas (propios y ajenos) y sabe situarse en el centro de la polémica sin que nada vaya con ella directamente, aunque parezca que sí.
En los debates de Supervivientes, también se erigió como gran amiga y defensora de Olga, enfrentándose a quien hiciera falta.
Total, que ha conseguido estar hasta en la sopa en un momento donde la competencia es feroz y muchos luchan por pocas sillas.
Olga Moreno sale de Supervivientes y las cosas cambian
Marta se ha erigido como la mejor amiga de Olga Moreno. Ni se conocían antes del reality, pero da igual. Al público nos gustan estas historias que se mueven entre la realidad y la ficción y las compramos a peso y a buen precio.
Nadie duda que la convivencia y las condiciones de Honduras fortalecen la relación entre concursantes. Es lógico y humanamente comprensible.
Una vez aquí, las cosas cambian. Cada cual tiene su vida y lo que allí parecía una amistad indestructible, aquí es solo trabajo. Quizá un par de comidas juntas, muchos corazoncillos y frases bonitas en Instagram y poco más.
Las agendas de trabajo vuelven a mandar y ya no queda tiempo (ni ganas) de seguir con la ficción. Honduras o Guadalix de la Sierra son jaulas, el mundo real es otra cosa.
Lo que queda, esencialmente es una amistad en el congelador para cuando tenga que volver a utilizarse. El momento llegará pronto.
Olga sigue a lo suyo y Marta se mantiene a la retaguardia.
Marta sabe que en otoño vuelve la guerra entre Rociíto y Antonio David. También entran en juego, Amador Mohedano, Rosa Benito y el resto del clan Jurado.
Harán falta soldados para reforzar las trincheras y allí estará ella para cuando la llamen.
Con Olga casi ni se han visto desde que salieron de Honduras, pero da lo mismo. Cuatro wasaps y conversaciones superficiales, poco más.
Marta volverá a hacer bandera de una gran amistad que le permita seguir facturando a cambio de la defensa de Olga. Y a Olga ya le viene bien seguir con la farsa, consciente del embate que llega en otoño en forma de nuevo documental.
Olga negocia en qué programa colaborará y cómo apoyará a Antonio David hasta que Mediaset le levante el veto y pueda volver a defenderse solo.
Marta López, uno de los personajes estrella del verano en Telecinco
Marta López ha vuelto a tener estos últimos meses un protagonismo notable en Telecinco. Su resurgimiento televisivo llegó con el Merlos Gate, que se convirtió casi en un asunto de estado.
Tras su ruptura casi en directo con Alfonso Merlos, Marta ha sabido estirar el chicle con dedicación y éxito. Romance fallido con Efrén Reyero, duelo (también fallido) con Alexia Rivas en Supervivientes y acercamiento a Olga Moreno.
Llena el verano con sus tonteos con Alejandro Albalá y con su ‘nueva ilusión’, Rubén, que le ha salido también supuestamente infiel con Samira. Tela marinera.
Como trabajadora incansable que es Marta no duda en dejarse humillarse públicamente. Mantiene siempre, eso sí, un punto inquebrantable de dignidad y transmite ciertos valores humanos que la salvan del escarnio de otros que viven del oportunismo puro y duro.
Vamos, que queda Marta para rato (con o sin Olga Moreno).