Rocío Carrasco ha puesto punto y final a su serie documental con un duodécimo capítulo cargado de esperanza y muestras de agradecimiento.
Más valiente y fuerte que nunca, la hija de Rocío Jurado ha querido dejar muy claro que cada vez está más cerca de completar su recuperación. Un proceso que no está siendo nada fácil, pero que ha podido sobrellevar gracias al apoyo de su entorno más próximo.
A pesar de que gran parte de su familia y la opinión pública le han dado la espalda a lo largo de estos 20 años de sufrimiento en silencio, la hija de 'la más grande' nunca ha estado sola. Ha estado muy bien rodeada de las personas que han estado a su lado en las buenas y en las malas.
Es el caso de su marido Fidel Albiac, una persona para la que solo tiene palabras de profundo agradecimiento y a quien considera su verdadero «salvador».
Los grandes apoyos de Rocío Carrasco: su marido Fidel Albiac y su suegra
Sin embargo, en esta ocasión, el sevillano no ha sido la única persona que ha jugado un papel fundamental en este doloroso proceso de recuperación, haciendo una mención especial a su suegra por estar a su lado cuando más lo necesitaba.
«Han estado conmigo en los peores momentos de mi vida. Que nadie crea que no tengo gente que me quiere. Tengo un marido que está las 24 horas del día a mi lado y una suegra que es completamente maravillosa», decía muy alto y claro.
La hija de Rocío Jurado no quiso terminar su relato sin reconocer públicamente la enorme bondad de la madre de Fidel Albiac, enfermera de profesión, que ha sido como una segunda madre para ella.
«Mi suegra es la persona más maravillosa que he conocido en este mundo, aparte de su hijo. Es la mujer más honesta, y a la cual estoy eternamente agradecida porque ha sido como mi madre», decía muy conmovida al recordar que el apoyo que le proporciona su suegra es equivalente al que su madre le daría si continuase con vida.
Con estas palabras, la madre de Rocío y David Flores no ha querido desaprovechar la oportunidad de tener un gesto público de cariño con una persona que siempre ha decidido mantenerse al margen del foco mediático.
Rocío Carrasco reconoce que ya no tiene miedo tras la emisión de la docu-serie
Siempre desde la más absoluta discreción, la madre de Fidel Albiac ha sido uno de los máximos apoyos de Rocío Carrasco. Una de esas personas que la han acompañado y ayudado a combatir la depresión y las duras secuelas psicológicas que tiene tras el infierno vivido.
Ese apoyo incondicional, sumado a la ayuda profesional que recibe desde el año 2011, ha sido fundamental para que hoy en día Rocío Carrasco sea la mujer fuerte y valiente que se ha atrevido a hablar públicamente tras 20 años de silencio.
«Gracias a dios, el miedo se me va quitando. Porque eso es lo que él querría, que siguiera sin vivir. Pero no lo va a conseguir. De hecho no lo ha conseguido. Ha estado a punto. Pero no lo ha conseguido», advertía en el último capítulo de la docu-serie.
No obstante, durante la conexión en directo con en el plató de Telecinco, la protagonista se mostró todavía más rotunda al señalar que tras la emisión de documental se siente más apoyada que antes y, por tanto, más fuerte.
«Me encuentro más fuerte que antes de la serie documental y más segura. No tengo miedo. Cuando digo 'aquí estamos' es que 'aquí estamos' y no hay miedo. Ya no hay miedo», zanjaba Rocío Carrasco dejando claro que no estaba dispuesta a seguir malviviendo.