Imagen de archivo de Noemí Salazar

Noemí Salazar rompe a llorar al confesar todo lo que sufrió al abortar

La joven ha pasado por una experiencia muy dura, que asegura que nunca va a poder olvidar

Imagen de archivo de Noemí Salazar
Noemí Salazar está destrozada | Libertad Digital

Noemí Salazar está pasando por un momento complicado. La joven ha perdido al bebé que estaba esperando junto a su marido Antón. La noticia ha caído como un jarro de agua fría a la pareja, que estaba de lo más ilusionada por darle un hermanito o hermanita a mini Noemí.

En la última entrega de los ‘Gipsy Kings’ la noticia salía a la luz. La joven acudió al médico tras varios sangrados y descubrió que no había latido.

La noticia dejó a toda la familia sumida en una gran tristeza, pero la que más afectada se mostró fue Noemí Salazar. La joven aparecía en el programa llena de lágrimas y postrada en la cama sin querer ni siquiera llevarse un vaso de zumo a la boca. La tristeza que sentía le impedía probar bocado.

«Sentí como que me habían arrancado algo de mí», confesaba la ex gran hermana. «Mi vida no va a ser la misma de antes. El mundo se me vino abajo. Que unos días atrás le hayamos escuchado su latido, el sentimiento más bonito que he tenido nunca…», explicaba la joven a su madre, uno de sus grandes apoyos en estos momentos.

«Hace unos días estaba sintiendo que crecía una vida dentro de mí y que luego te digan que no hay latido es como decir por qué», se replanteba la joven. «No sé cómo voy a superar esto ni cómo me voy a enfrentar a la vida porque, a día de hoy, no me sale otra cosa que estar encerrada, llorando sin parar, desanimada, sin ganas de nada», añadía Noemí Salazar con lágrimas en los ojos. Y es que la joven no paraba de preguntarse por qué le había pasado a ella y si habría hecho algo mal.

La vida sigue

A pesar de que dicen que el tiempo lo cura toda, Noemí Salazar dejó claro que quizá el paso de los días le enseñesase a vivir con ello, pero jamás lo olvidará.

Su madre, Raquel, y su marido, Antón, trataron de animarla, aunque ellos también estaban sufriendo. Y es que si la joven no probaba la comida los médicos se verían obligados a ponerle suero en vena.

Finalmente, Noemí Salazar trató de reponerse a esta dura pérdida e hizo caso a su familia. Y es que tiene que seguir adelante aunque sólo sea por su mini Noemí.