Diego Valares había conseguido hacerse un hueco entre los mejores pinchadiscos de España. Pese a su juventud, apenas 33 años, cumplió su sueño de trabajar en los eventos más relevantes del país. Era un DJ que se especializó en todo tipo de celebraciones.
El joven perdía la vida el pasado jueves después de que fuera atropellado cuando corría por las inmediaciones de su vivienda. Durante el fin de semana el tanatorio de Valladolid se quedó pequeño para despedirle. Cientos de personas quisieron acompañar a su familia en este momento tan duro.
Resultaba chocante que tuviera este triste final cuando Diego se había encargado de amenizar tantas bodas y fiestas. Gracias a su talento conseguía contagiar de felicidad a los novios en el día más feliz de sus vidas.
Muchos vecinos de Valladolid, sobre todo gente nacida en los 80 y 90, quisieron trasladar sus condolencias a sus allegados. Sobre todo a sus padres, a su hermana y a su novia Natalia, que le definía como "el amor de su vida".
Sus proyectos en común empezaron hace unos cuantos años cuando decidieron montar una empresa juntos. Los negocios les acabaron uniendo aún más y consiguieron crearse una importante fama en el sector del espectáculo. De hecho, tenían cerrado medio centenar de bodas para los próximos meses.
Un amigo de la infancia del joven explicaba que "mucha gente ponía fecha a su enlace en función de la disponibilidad" del DJ fallecido. Lo definían como una persona bondadosa, que siempre estaba de buen humor y que no se le borraba nunca la sonrisa de la boca. El trabajo era una de sus grandes pasiones, dedicando gran parte de su vida a pinchar en eventos.
Diego Valares se encontraba ante uno de los mejores momentos de su vida. "Estaba en lo más alto de su carrera, después de 15 años de dedicarse a lo que era su pasión", señalaron sus amigos a El Norte de Castilla.
Destacaban que había acudido a enlaces prémium, fue DJ residente en el complejo de Abadía Retuerta e incluso le contrataron en Vietnam. Era muy conocido en la ciudad y señalan que era imposible pasear con él por el centro sin que no le saludara alguien.
"Sabía que el mundo de la noche y la fiesta no dura para siempre. A pesar de que le iba bien, nunca dejó su trabajo en la empresa inmobiliaria", destacan.
Las redes sociales también se llenaron de mensajes de cariño, tanto de empresas con las que había trabajado como de conocidos. Una de las personas que mejor le conocía era Juanma, con el que vivió un año en Australia tras finalizar su carrera.
"Teníamos un conocido allí y nos fuimos a aprender inglés. Trabajamos de todo y lo que resultó ser fue una aventura", señala con cierta nostalgia.
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Diego Valares dejó muchos amigos
Diego Valares era muy conocido en Valladolid y no solo por su faceta como DJ. También se recuerda su paso por el colegio San Francisco de Asís, las categorías inferiores del Valladolid o la Facultad de Ciencias del Trabajo de Palencia. Allí fue donde estudió Relaciones Laborales.
Siempre le atrajo mucho el mundo de la música. Con su chica puso en marcha una empresa de organización de eventos, realizando una importante inversión para hacer lo mejor posible su labor. De tantos compromisos que tenía los fines de semana, "era prácticamente imposible quedar con él", apuntan.
Su novia destaca que "estaba orgullosísimo de todo lo que habíamos conseguido y teníamos todo tipo de planes". Era el gran amor de su vida.
Los planes de futuro de Diego Valares se fueron al traste el pasado jueves. Una furgoneta le arrolló en una zona limitada a 30 kilómetros por hora. Fruto del golpe acabó impactándose la cabeza con la acera.