En medio del revuelo generado con la decadencia de Sálvame, que parece estar atravesando sus horas más bajas, Miguel Frigenti lanza un nuevo dardo envenenado contra el programa. Y es que el colaborador se ha sincerado respecto a la realidad que vive detrás de cámaras.
Así, ha expuesto a aquellos colaboradores con los que mantiene una amistad y también a otros cuya relación se limita al aspecto laboral.
"Es un mundo muy competitivo y volátil. Amigos como tal tengo pocos", ha reconocido en la revista Lecturas.
De hecho, Frigenti admite contar con tan solo tres amigos de verdad en el programa de tertulias.
"Belén Esteban siempre ha estado ahí y es amiga", ha comenzado explicando. "Tengo mucha complicidad con Lydia Lozano", añade.
"Y, a pesar de todo lo que nos ha pasado, también le tengo cariño a Marta López, aunque a veces la mataría porque siempre opinamos de manera diferente", ha destacado.
Además, cabe recalcar que Sálvame es mucho más de lo que se ve en pantalla, ya que cuenta con mucha gente que trabaja a destajo detrás de cámaras para que salga adelante. Por tanto, el tertuliano también cuenta con muchos amigos que no son tan conocidos.
"Y de gente que trabaja detrás de la cámara, pues también. A veces me siento mucho más a gusto con ellos que con mis compañeros", admite.
Además, Frigenti no ha dudado en pronunciarse largo y tendido sobre el término 'amigo' y lo que significa realmente para él.
Miguel Frigenti habla sobre sus amistades en Sálvame
"Aquí utilizamos el término 'amigo' muy a la ligera, me parece a mí, y eso es lo que debería dar miedo y causar rechazo", ha señalado al respecto.
"Lo que pasa es que molesta mucho que alguien haga su trabajo y diga sin pelos en la lengua lo que piensa de la actitud de los demás".
Y es que el colaborador no se ha librado de recibir numerosas críticas por parte del resto de sus compañeros. De hecho, él ya ha demostrado que en la guerra y en el trabajo todo se vale.
Miguel ha sacado a relucir los trapos sucios de varios compañeros, con muchos de los cuales no mantiene relación alguna.
"No bloqueo a mis compañeros pero tampoco le marco me gusta a tuits donde ponen verde a mis amigos y a los programas que me dan de comer", arremetía contra María Patiño.
Pese a ello, Miguel no tiene ningún problema y confiesa dormir muy tranquilo todas las noches.
"Si me quieren llamar falso o trepa por eso, que lo hagan. Más trepa es el que hace la pelota y te dice lo que quieres escuchar para evitarse problemas y caerle bien a todo el mundo. Ese rollo no va conmigo".
Miguel se ha ganado tanto apoyos como detractores en el tiempo que lleva colaborando en el programa de tertulias. "Doy una imagen de prepotente que no me hace ningún favor", recalca.
En su opinión, a la hora de trabajar en Sálvamehay que dejar los favoritismos a un lado. "Apoyar o criticar a alguien basándose en amiguismos de pasillo es una falta total de profesionalidad", señala.
Miguel llega a tacharlo como "una falta de respeto a la audiencia que nos ve, ya que para eso están los defensores y los familiares".
Por tanto, expone la dificultad que supone mantener la silla en el programa de Carlota Corredera y Jorge Javier Vázquez.
Tras la emisión de la docuserie de Rocío Carrasco, Frigenti no tenía problema en reconocer que había tenido que posicionarse en su bando para ganarse el favor de los altos cargos. Algo que ha beneficiado su carrera.
"Creo y tengo que reconocer que a mí me ha beneficiado y me ha venido bien para mi carrera. Además, estoy muy orgulloso del trabajo que he hecho, y creo que me he desenvuelto mejor que muchos compañeros con muchos más años de trayectoria profesional que yo".