El próximo capítulo de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' promete revolver uno de los episodios más duros en la vida de Rocío Carrasco hasta la fecha, el fatídico día en el que su hija le propinó una paliza con la que la dejó incosciente en el suelo.
Así, en el avance que se ha emitido del octavo episodio, hemos podido ver como Rociíto se rompía contando ese traumático suceso del 2012, tras el cual su hija se iba de casa y no volvía a dirigirle la palabra hasta el día de hoy.
«Yo empiezo a tener pánico a los lunes, a esos lunes de regreso de los niños. Tres noches anteriores no duermo, y el lunes desde que me levanto hasta que vienen me encierro en el baño y vomito, me dan ataques de pánico, de angustia», cuenta Carrasco acerca de esos momentos previos a la llegada de sus hijos a casa tras pasar los 15 días correspondientes con su padre.
«Y lo primero que hace esa niña en vez de darme dos besos es decirme: 'No sabes la que os tienen preparada'. Entonces ella empieza a increparme, 'que sepas que en septiembre a esta casa no me trae ni un juez, ni tu madre, ni tu padre que están bajo tierra'».
La crudeza del testimonio es brutal en ese punto. «Ella no podía permitirse a si misma tener ningún tipo de sentimiento bueno para conmigo. Ella tenía que ir siempre a casa de su padre con información, con algo, con algún tipo de dato».
«Empieza a pegarme, pero mientras ella me pega, ella va gritado: 'No me pegues, no me pegues'... y yo la miraba y cuando la veía gritar 'No me pegues' a mi se me pasaba toda una película por la cabeza. Yo sabía que eso obedecia a algo que no era normal».
El miércoles pasado, Carrasco ya dio alguna pincelada acerca de lo que nos espera en los capítulos finales de su documental, lo que ella califica como 'la obra maestra' de Antonio David. Sin embargo, parece que la versión de su hija es algo distinta, y sale a la luz justo al mismo tiempo que la información que asegura que su padre quiso vender en su momento esa paliza en televisión.
Según destapaban en 'Viva la vida', horas después de ese brutal encontronazo entre madre e hija, Rocío Flores acudía acompañada por su padre al Juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas para interponer una demanda contra Rociíto.
En los informes aportados por el programa de Emma García, puede verse como Rocío sostiene una versión algo diferente a la de su madre.
«Sostiene el atestado inicial que en la mañana del día 27 de julio de 2012, Rocío Carrasco Mohedano comenzó a discutir y a insultar a su hija de 15 años, Rocío Flores, cuando esta iba a ir al colegio, agarrándola del pelo, llevándola a la cocina y arrastrándola por el suelo, y una vez allí la agarró del cuello y comenzó a amenazarla de muerte, cayendo al suelo, propinando posteriormente diversas patadas a su hija menor».
Así, Rocío Flores culpaba de todo lo ocurrido a su madre, algo que choca bastante con lo contado por Carrasco, quien afirmaba hace unos días que su hija, aún viéndola tirada en el suelo y sin poder defenderse, seguía pegándole hasta dejarla incosciente, mientras gritaba: 'Mi padre tenía razón, te has tirado a cinco o siete. Tú querías abortar a mi hermano. Hija de puta'.
Habiéndose dado a conocer la versión de Rocío Flores, queda claro que lo único en lo que podrían coincidir madre e hija es en el motivo por el que podría desencadenado el conflicto. Sin embargo, 15 días después de haber puesto la denuncia, la joven cambiaba lo relatado en ciertos aspectos.
«Relató que fue a desayunar a la cocina, que ambas discutieron por una pieza de fruta y que ambas comenzaron a forcejear, señalando que su madre ‘le restregó una nectarina por encima’, hecho que ni siquiera refirió en su declaración inicial. Así mismo señala que su madre la tiró del suelo y la amenazó, pero no relata que la llevara hasta allí cogiéndola del pelo».
Ahora, nos toca esperar para ver si Rocío Flores decide pronunciarse acerca de estas brutales acusaciones, y el miércoles tendremos por fin el relato completo del incidente que rompió para siempre la relación de madre e hija.