María Patiño nunca ha tenido problema en hablar abiertamente sobre su físico y lo retoques estéticos a los que se ha sometido a lo largo de los años. Eso sí, bajo un estricto control de sus médicos, ya que al haber padecido bulimia cualquier descuido puede suponer un paso en falso.
De hecho, esa circunstancia la hace incluso más vulnerable ante los despiadados ataques de sus haters. Pese a ello, Patiño, demuestra sentirse muy bien con su cuerpo en la actualidad.
Aunque no le ha resultado fácil conseguirlo, habiendo recurrido a la cirugía estética para corregir ciertos complejos que arrastraba del pasado.
Una de sus últimos retoques consistía en una Lipo Vaser en Clínicas Diego de León "para definir los abdominales y estilizar la cintura, la misma operación que mi compañera Gema López".
"No veo el momento de lucirlo en la playa. ¿Qué os parece?", aseguraba la gallega emocionada. Lo cierto es que la presentadora de Socialité no ha escatimado en gastos a la hora de conseguir su imagen deseada.
De momento, podemos contar dos operaciones de nariz con las que se muestra encantada. Todo con la intención "de corregir, en su caso, la punta de la nariz y el caballete". María también optaba por eliminar la flacidez de su cuello, sometiéndose a un lifting cervical.
Eso, sin contar con que Patiño también es asidua al bótox, "aplicado en la frente, patas de gallo y entrecejo". Y, entre otras cosas, también podemos sumarle un relleno de ojeras, pómulos y surco nasogeniano con ácido hialurónico. O una operación de pechos enfocada en una elevación y aumento de los mismos.
Por si no tuviese suficiente con todos estos retoquitos, recientemente la tertuliana de Sálvamevolvía a pecar.
El nuevo cambio estético al que piensa someterse María Patiño
Y es que a pesar cuidar su alimentación y hacer ejercicio regularmente, parece que Patiño se plantea volver a pasar por quirófano.
Así, tras hablar sobre lo mal que lo había pasado por culpa de los trastornos alimenticios, admitía su intención de retocarse otra parte de su cuerpo. Concretamente, las rodillas. Todo con el objetivo de tenerlas más marcadas.
"Cuando superé los problemas de alimentación, es cuando mi terapeuta me indicó que era el momento", confesaba.
Y su primera intervención fue la punta de la nariz, con la que "tenía un poco de complejillo". "A raíz de tener problemas de alimentación, tenía un problema, de ahí viene mi rollo con la vena", aclaraba a sus seguidores.
Hace apenas unos días, Patiño volvía a hablar sobre la bulimia que padeció en su juventud, sobre todo para concienciar a las chicas que están en su misma situación.
De hecho, daba a entender que se había sentido muy incomprendida en su momento al confesar su problema públicamente.
"Una de las cosas que me llevó a intentar entender a Rocío y a aceptar que me había equivocado es que yo hace muchos años conté que tenía bulimia y la sociedad creía que era un problema de niñas caprichosas que solo queríamos estar delgadas", explicaba.
"Me sentí incomprendida socialmente porque hasta gente con capacidad intelectual y profesionales de la medicina me hacían sentir mal conmigo misma".
"Me sentí culpable por estar enferma", reconocía dolida. "'Ostras, es un caso que no tiene nada que ver'. Es mucho más dramático. ¿Por qué no hacemos un esfuerzo por entender cosas que desconocemos? ¿Por qué no empatizamos con el dolor?"
Esa fue, sin duda, una de las épocas más duras en la vida de la presentadora. Aunque, por suerte, conseguía vencer a la enfermedad y llevar una vida sana y acorde a sus necesidades.