Maite Galdeano quiere ganar "La casa fuerte". Para ello está dispuesta a casi cualquier cosa. No le importa jugar sucio. Muy sucio si hace falta. A pedo limpio si no queda más remedio.
Un gesto nauseabundo
Antes de entrar en la "La Casa Fuerte" Maite Galdeano prometió que lo daría todo en el concurso. Y desde luego lo está dando. No se guarda nada para sí.
Primero a punto estuvo de ahogarse en la piscina de la casa en un juego de recompensa. Más adelante fingió una llamada telefónica con su hija Sofía Suescun en la que le rogaba que por favor no se quedara embarazada de Kiko Jiménez.
No contenta con todo lo anterior ahora se dedica a caldear el ambiente en la villa con sus flatulencias.
Maite y Cristian han dejado de ser "residentes" para pasar a ser "asaltantes" tras enfrentarse a Yola Berrocal y Leticia Sabater. Eso significa que a partir de ahora tendrán que vivir en el jardín de la casa, a cielo abierto.
Maite' es un torbellino y sus propios compañeros han tenido que llamarle la atención por la que estaba montando en el porche. «Me he tomado un café y estoy como una radio», se justificaba Maite.
En tono jocoso Iván le preguntó que «si había cagado ya.» Y Maite le respondió por peteneras: «Ahora mismo voy a cagar, mira ahora me voy a echar un pedo». Ni corta ni perezosa mientras decía esto se ha tirado una ventosidad justo al lado del café que se estaba tomando Yola Berrocal tranquilamente.
Se lo toma a guasa
«Perdón, perdón, esto es para que os vayáis acostumbrando a los sonidos que hago... O que hace mi cuerpo», ha dicho partiéndose de risa. Los demás concursantes no podían creerse lo que acababa de suceder.
El novio de Oriana Marzoli Iván se ha quedado boquiabierto y le ha hecho una seria advertencia a su nueva compañera de convivencia: «Si se tira un pedo en mi café, no me controlo. Pierdo los papeles porque además creo que esta mujer hace las cosas queriendo.»
Parece claro que Maite no se corta ni un pelo. Ni a la hora de decir ni a la de hacer las cosas.
Es evidente que todavía tiene mucha guerra que dar en el programa.
Por el bien de sus compañeros esperemos que no toque fabada ningún día en el menú.