Miguel Frigenti no atraviesa su mejor momento, y es que tras salir de Secret Story se ha topado con que su lista de enemigos no hace más que crecer.
"A todo cerdo le llega su San Martín", le advertía Estela Grande, que fue víctima de la lengua viperina del tertuliano durante su paso por GH Vip.
Aunque su enfrentamiento más fuerte ha sido con Alba Carrillo y su madre, Lucía Pariente, declaradas enemigas íntimas del tertuliano.
Recientemente, era la modelo la que acusaba a Frigenti de haber hecho ciertos comentarios incómodos sobre la boda de Belén Esteban. De hecho, aseguraba que la había calificado de 'horterada'.
Mientras que, por su parte, él lo desmentía por completo. "En la vida se me habría pasado por la cabeza que la boda de mi amiga es una horterada. No lo fue, fui muy feliz allí bailando con su hija y todo", explicaba.
"Lo siento si te enfadas, lo digo ahora para que la gente vea lo único que dije respecto a la boda", le replicaba el colaborador. "Nunca me he atrevido a decirlo para que Belén no se enfadara, pero no voy a permitir que hagas una montaña de un grano de arena".
La madre de Miguel Frigenti sale en su defensa
Y viendo la gran cantidad de acusaciones que se están vertiendo sobre su hijo, era la propia madre del colaborador, Marisa, la que salía en su defensa. Así, decidía entrar en directo para dar la cara por él.
"Él a Belén se lo cuenta todo, y efectivamente ese pequeño comentario sobre su boda no se lo dijo porque tenía miedo. Miedo de perderla. Dicho esto, a mí lo que diga Alba Carrillo no me importa, porque tiene una animadversión hacia mi hijo que no es normal", señalaba Marisa.
"No es que le vea mal, es que está destrozado. Él va a trabajar con un montón de ansiolíticos en el cuerpo", desvelaba para sorpresa del resto de sus compañeros de Sálvame.
"Joder mamá, vale ya, hija", saltaba avergonzado Frigenti, que no quería hacer público el mal momento que atraviesa. "Sé que hay compañeros que aprovechan la mínima duda para atacar a Miguel", proseguía su madre.
Miguel Frigenti, hundido por los ataques de sus enemigos
Y tras escuchar a Marisa, el resto de los colaboradores mostraban algo más de empatía con él. "Antes de empezar el programa, Miguel me ha preguntado si había visto su paso por el 'reality show'", opinaba Nuria Marín.
"Todos sabemos que entrar allí era su sueño, pero quizá él no contaba con salir del 'reality' y encontrarse lo que se ha encontrado. Yo le veo aturdido, no sé si tú estás de acuerdo conmigo", sostenía.
"Sí, está destrozado, descolocado. Ha salido de la casa y se ha encontrado con el tema de Lorena Edo y con el de Belén Esteban. Yo no voy a entrar más en esto porque le hace daño, pero le visto llorar por todo esto, ayer sin ir más lejos", añadía Marisa.
Por su parte, Miguel ha intentado excusarse y ofrecer su propio punto de vista. "He petado porque desde que he salido no paro de trabajar. Estoy muy agradecido por ello, pero lo del sábado en el Deluxe con Alba fue muy desagradable", ha reconocido.
Un momento muy tenso en el que ambos daban rienda suelta a una verdadera guerra de reproches, donde Miguel llegaba a llamar a Carrillo: 'Barbie divorcio'.
"Lo de Lorena también me ha superado. No recordaba ese vídeo, que ha sido un bochorno para mí. Ha sido demasiada información", alegaba Frigenti.
Y es que la exconcursante de GH, Lorena Edo, acusaba al tertuliano de ser una persona despiadada que se metía con ella por su físico.
"En 2013 cumplí mi sueño de entrar en Gran Hermano. Al salir, me hablaron de una madre y un hijo que comentaban GH", arremetía refiriéndose al tertuliano y a su madre.
"Constantemente hablaban de mí con una inquina y crueldad innecesaria. Llegaron a conseguir mi teléfono y recibí llamadas insultantes de ambos", recordaba.
La cúpula de Sálvame se vuelca con el colaborador
Unas acusaciones de las que Miguel parece avergonzarse y que no se ha atrevido a negar en ningún momento. "Luego vengo aquí y me siento muy descolgado. La media hora que estuve el viernes fue horrible. Estoy mal", confesaba el periodista.
"El consejo que le he dado es que no se crea lo que le dicen, por mucho que le repitan que es traicionero, que él no se lo crea. Él es muy leal con la gente que quiere, muy buena persona", compartía su madre.
"Él puede tener conflictos con Belén, pero sé que los dos se quieren mucho, que se dan buenos consejos", remarcaba.
"Esta gente está tratando que esto se rompa, pero yo creo en Dios y a todo estos, a la larga, les va a poner en su sitio", insistía. "Estoy muy orgullosa de mi hijo, no le cambiaría por nada ni por nadie".
Y Frigenti, bastante avergonzado, decidía frenar el discurso de Marisa. "Ya vale, mamá. No quiero quedar aquí como el rey de la farmacología", agregaba con cierto humor.
Y, en ese momento, incluso los directores de Sálvame decidían intervenir para enviarle un claro mensaje.
"La dirección del programa quiere que diga que todo el equipo está muy contento de que Miguel vuelva a estar aquí, que tenían muchas ganas de que estuviera de vuelta", le han transmitido.
"Para nosotros eres un colaborador muy importante". Unas palabras que seguro han servido para infundirle ánimo al joven.