Algunas de las periodistas que han salido escaldadas del documental de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' han sido, entre otras, María Patiño o Lydia Lozano, a las que Rocío Carrasco menciona expresamente.
A la primera, la acusó de haberse callado las infidelidades de Antonio David, aún siendo cosciente de las mismas. En concreto, la primera de ellas, cuando Rociíto pillaba a su marido «comiéndose la boca con una camarera».
Y, a la segunda, de haber hecho público en una revista de la época, 'Sorpresa', el acuerdo de separación y custodia compartida en el que Rocío Carrasco y Antonio David accedían a que los niños convivieran quince días con uno, y otros quince días con otro.
Según las propias palabras de Carrasco, «porque los niños querían ver a su padre, además que a la hora de firmar ese convenio, yo pensaba que les hacía un bien».
Así, fue Lydia Lozano la que supuestamente desveló los detalles del convenio regulador entre Rocío y Antonio David. La tertuliana, presente en plató, ha tenido que hacer frente a las acusaciones que ha versado sobre ella la hija de 'la más grande'.
«Me dijeron: 'Cuéntame todo lo que hay en el acuerdo. Para mi era una noticia que hubiera un acuerdo, y se me dijo la versión que todos conocemos: 'A cambio de dinero yo dejo 15 días los niños con el padre, además de un coche, una casa en Málaga y mucho más'», ha explicado Lydia, afirmando sentirse muy mal por haberse atrevido a inmiscuirse de esa manera sin saber en realidad lo que había detrás.
«Yo no tenía ni idea de esos documentos que ha mostrado Rocío», alegaba haciendo referencia al convenio regulador que ha mostrado Carrasco y que fecha en el año 2003. Obviamente a mi no se me habló de este convenio. Yo me acuerdo que se hablaba todos los días de que Antonio David no podía ver a los niños».
«Recibo una llamada, y me cuentan que han firmado un convenio regulador. A mí lo que me informan es que en el convenio habrá una custodia compartida, -en ese entonces era algo muy poco común, ningún juez otorgaba este tipo de custodia-. A eso se suma que me dicen que había una furgoneta que se queda Rocío, una casa en Málaga, un dinero embargado que debían de cuando estaban casados...»
Lo que se trasladó a la opinión pública es que la custodia pública era un intercambio económico, lo que ayudó a forjar la imagen de mala madre de Rociíto. «Lo que se entendía de ese acuerdo es que Rocío Carrasco había vendido a sus hijos por dinero».
«No tenía ni idea de que estuvo 6 meses Antonio David sin firmar el acuerdo», ha señalado Lydia acerca de lo que ha contado Rocío en su documental.
En su docuserie, Carrasco asegura que llamó a Xavier Sardá desesperada, quien en ese momento estaba al frente de 'Crónicas Marcianas', programa en el que trabajaba Antonio David, para que le convenciera. Y fue ahí cuando firmó.
Además, ha aclarado que el convenio redujo a la mitad la pensión alimenticia exigida para los niños. Y también una claúsula de confidencial, que tras haberlo firmado, Antonio David se salta.
Mientras tanto, él iba jugando el papel del padre sufrido al que no le dejaban ver a los niños, y justo por eso Rocío tomaba la decisión de tener firmar ese acuerdo, para ver si así terminaba ese acoso y derribo contra ella y su familia.
En el mismo, se señala claramente que «ambos progetinores se comprometen a respetar la figura del otro progenitor. Se hace en beneficio de los menores». Así, Rocío accede a compartir la custodia por su propia voluntad, y no ante un juez.